Mi día domingo fue mas que tranquilo, estuve en el departamento lavando mi ropa y regando mis plantitas. Me encantaba cuando el sol iluminaba mi hogar por que me daba energía y me gustaba quedarme sentada en la alfombra sintiendo los rayos del sol entibiar mi piel. En la noche elegí mi ropa para el lunes y me prepara para ver a la profesora Laura en la mañana.
Ocho de la mañana y ya estaba tomando mi ducha. Entraba a las once en punto, así que podía hacer las cosas con mayor tranquilidad. Comí dos tostadas y bebí jugo de naranja. tome mi bolso y me despedí de Bruce con un besito en su cabeza. A el le encaba estar solo en mi departamento por que era bastante dormilón, excepto cuando yo hago presencia en casa y corre desesperado con muchas ganas de jugar. Mi vecina es muy dulce y le tengo mucha confianza por que me ayudo bastante las primeras semanas cuando llegue a mi departamento. Ella tiene una copia de mis llaves en caso de emergencias y me llama cuando sucede algo con Bruce. Llegue a la universidad y camine hasta mi sala, trate de ir lento para no tropezarme y a avergonzarme en publico. Sentí que tocaban mi antebrazo y me gire asustada.
-Lo siento- Hablo Chris, el chico que estudiaba derecho y que siempre me sorprendía al saludarme.
-¡Hola!- acomode mi cabello- no, es que yo iba pensando en otras cosas- le explique- puedo ser muy despitada- el me dedico una sonrisa.
-¿como estas?- pregunto amablemente.
-Estoy bastante bien pero un poco tarde- reí- tiene que saludarme antes- hice un puchero.
-O tu deberías de saludarme- se cruzo de brazos - pero- se quedo mirando un un punto fijo y alce una ceja para luego girarme y ver a la profesora Laura detrás de mi.
-Lamento interrumpirlos- movió su mano- pero debo conversar con mi alumna antes de que comience mi clase- su voz y presencia me dejaron en el aire mientras que Chris asentía.
-Claro -acepto- nos vemos ___- me dedico otra sonrisa y se giro para alejarse, dejándome a solas con mi querida profesora.
-¿Como estas?- me pregunto con su mirada fija en los mio ¡Que manera de comenzar el día!.
-Muy bien- sonreí- ¿y tu?- a los segundos de responder , cerré los ojos y solté una risita- ¿y usted?- corregí.
-Estoy muy bien- respondió con una sonrisa- ¿recuerdas lo de hoy?- entrecerró sus ojos y asentí ¿como lo iba a olvidar?
-Iré a tu casa- dije animada y sonrió mostrando sus lindos dientes.
-Aprobada- burlo y reimos
-Profesora Pergolizzi- escuche una voz familiar y entrecerré los ojos molesta. Alexa.
-buenos días Señorita Richarts- saludo cordialmente y sentí una especia de celos.
-Quiero preguntarle unas cosas- puso su cara de inocencia barata y junto sus mano en forma de suplica - puedo preguntárselas mientras caminamos a la sala- mordió su labio levemente y sentí que mi interior se convertía en un maldito volcán en erupción.
-Bien- respondió Laura para luego mirarme. Saque una sonrisa falsa y camine rápido hasta nuestra sala. No quería ir entre ellas viendo la estúpida forma de coqueteo que usa Alexa y menos con Laura. Me molestaba por que ella siempre trataba de estar primero que y aunque nadie sepa lo que pasa entre Laura y yo, siento el mismo malestar que sentiría si fuera mía. Me senté y agarre mi teléfono para distraerme de la estúpida imagen. Entraron riendo a la sala y trate de disimular mi feroz enojo.
-Ya se la gano la bruja- susurro Tonka y reímos. si supieran que ya la bese. Me daban ganas de ponerme de pie y gritar ''¡BESE A LA PROFESORA PERGOLIZZI Y ME ENCANTO! ¡TIENE UNOS LABIOS PARA MORIR Y HEMOS SALIDO JUNTAS!'' pero debía contenerme por mi propio bien.