Cenamos y la comida estaba deliciosa, luego subimos a su dormitorio para ver alguna película en su cómoda cama- Esto se estaba tornando tan extraño pero al mismo tiempo perfecto. No sabía cómo describirlo pero lo que si sabía era que me causaba miles de sensaciones. Tomó el control y se puso a buscar películas mientras yo estaba sentada en su cama.
-¿Te parece si vemos una de terror?- preguntó y me miró con diversión.
-No me gustan mucho- confesé- cubro mi rostro casi toda la película y después tengo pesadillas- hice un puchero y se acercó a mí.
-Pero yo estoy aquí- acarició mi mejilla- podemos ver una de terror y luego una de drama o acción- moví mis labios.
-Me tienta- entrecerré los ojos- pero yo elegiré la próxima película- me crucé de brazos y río.
-Hecho-susurró cerca de mi boca y se alejó. Me había dejado con las ganas. Eligió la película y se acomodó a mi lado. Agarré una almohada y la puse en la mitad de mi cara. Laura comenzó a reír- __-llamo mi atención- ven aquí- me acercó a su cuerpo y obedecí. Me gusta ser como una niñita para ella. Paso su brazo por mi espalda y presionó el botón del control para que la película comenzara-
-Dios -susurre y Laura me miró.
-No ha comenzado aún__- se burlo- y ya estás temblando- acaricio mi brazo.
-Esque me pongo un poco nerviosa- la miré y se acercó a mi boca para besarme. Me dejé llevar por sus labios unos minutos. Nos alejamos y sonreímos.
-¿Te tranquilizó?- preguntó con sus ojos como perlas preciosas puestos en mis míos de manera curiosa.
-Sin duda-respondí y soltamos una risita- La película comenzó lenta como todas y aferré la almohada a mi rostro en las partes de tensión. Apareció una escena fuerte de una pareja inundada de pasión y lujuria, Laura cubrió mis ojo con su mano y me moví.
-Eres muy pequeña para ver escenas así- escuché su voz con un toque de diversión y quité su mano de mi rostro.
-¡Claro que no!- exclamé y la escuche reír. Quitó sus mano y la escena seguía igual. Rei ante su divertida expresión y me volví a acomodar a su lado.
-Eres una pequeña sucia- burló con un toque dulce en su voz, la mire a los ojos y puse mi manos en su mejilla.
-Me vas a distraer toda la película- hablé con diversión- sigue así- la abracé u me giró para ver la película.
-Olvídalo- respondió- tienes que verla- entrecerré los ojos y le saqué la lengua mientras que ella simplemente reía. Salté varias veces, me escondí en su pecho y par de veces y grité por los menos cinco veces. Era el escenario perfecto por que tengo que ser clara ¿rechazarías una tarde de películas con la profesora Pergolizzi?
La película terminó y nos quedamos abrazados en la cama en silencio. Su brazo se situaba detrás de mi cuello y mi pierna estaba entre las suyas. Era la temperatura perfecta, la compañía perfecta y el momento perfecto.
-No puedo creer que la profesora Claude tenga una aventura con el profesor de ingeniería- dije con un toque de diversión. Sentí como Laura respiraba tranquilamente a mi lado y luego lanzaba una carcajada.
-Deberíamos hacer una cita doble- habló mientras sus dedos jugaban con los míos- Podríamos ir a denar y comentar técnicas para ocultar las aventuras y los besos en la universidad- apenas terminó de hablar, nos miramos y estallamos en risas. Eso era lo mejor de la vida, reír sin tapujos con alguien que te agrada. Era una forma de olvidar los problemas y la realidad por unos segundos. Me gustaba verla reír animadamente por que era muy dulce.