-Buenas noches-Saludo Laura- reserve en le segundo piso a nombre de Laura Pergolizzi- el hombre asintió.
-Adelante -
-Si-respondió-gracias- seguimos caminando mientras intentábamos mantener la compostura por que no había segundo en que nuestras manos no sesearan explorarnos. Llegamos y nos sentaos en un lugar que estaba algo escondido a comparación de las otras mensas. me acomode y mire la carta.
-todo se ve delicioso-dije mientras mis ojos leían.
-Te vez bellísima- dijo con sus ojos fijos en los míos y me quede petrificada mirándola-
-Gracias-respondí-ti siempre te vez grandiosa-agregue y me sonrió con dulzura. Luego de pedir la comida, estamos conversando sobre le proceso de corrección de exámenes entre risas y bromas.
-¿Laura?-escuchamos una voz y miramos a nuestro costado. Estaba una mujer rubia que había ido a la casa de Laura. Mi corazones se detuvo y mis nervios comenzaron a brotar muy aceleradamente- ¡Que coincidencia!-exclamo y Laura y tomo mucho aire antes de responder.
-Hola Lauren-saludo- si, es una gran confidencia-dijo con mucha incomodidad.
-¡Ella es la chica que vi en tu casa!-me miro-¿tu antigua alumna?. Agrego y trate de lucir tranquila.
-Si, estábamos comentando acerca de la carta de la recomendación -explico Laura y asentí- fue una de las alumnas con mejor promedio de su generación y decidimos redactar la carta juntas-la mujer asintió con inseguridad-Lauren-agrego Laura-¿Podemos hablar en otra parte?-ella asintió y Laura antes de ponerse de pie me miro-vengo en un segundo-asentí y lleve la copa a mis labios. Se acercaron a la barra y la mujer escuchaba atentamente lo que Laura le decía.
Quería mirar a otra parte pero era tan difícil. De un minuto a otro me miraron fijamente y sonreí de manera inocente. Ella me miraba intensamente y estaba segura de que me deseaba todo lo malo por estar con Laura en un restaurante. Ella siguió hablándole con su rostro totalmente serio mientras que ella movía sus labios rojos totalmente molesta. Lleve un poco de comida a mi boca mientras trataba de concentrarme por que teníamos dos miradas digas. Volví a mirar disimuladamente mientras Laura le explicaba algo con un poco de molestia y recordé algo...
El día que Laura hablo por teléfono algo molesta en mi departamento. Dijo Lauren. Era ella otra vez. Pero ¿Quién diablos era?
Luego de cenar y bromear entre nuestras conversaciones, Laura no emitió ningún comentario acerca de esa mujer. Me causaba mucha curiosidad y por una parte me molestaba un poco. Laura se bajo del auto para llevarme a mi departamento mientras yo abría la puerta, sus labios recorrían mi cuello y oreja con cuidado. Sentí miles de cosquillas. Al entrar, cerré y nos fuimos besando hasta mi terraza, me encantaba que la brisa fría hiciera contraste con los brazos tibios de Laura.
-No te preocupes __-susurro Laura -Ella no es importante-presione mis labios y bese su mejilla.
-confió en ti-respondí y sus labios se unieron con los míos. El beso paso a ser mas apasionado y mientras sus labios recorrían mi cuello y mi mano tiraba su cabello levemente, el timbre sonó pero decidí ignorarlo. Laura me tomo en brazos y me llevo hasta mi dormitorio, me deposito en mi cama y lentamente quito mi suéter. Puse ambas manos en su cuello para atraerlo mas a mi y poder probar aquellos dulces labios que me quitaban el aliento. Se acomodo sobre mi cuerpo y me quitaba todos los pensamientos con cada toque de sus suaves labios.
Un teléfono comenzó a vibrar y entrecerré los ojos.
Siguió
Y siguió
-Es el mío- susurro-debe ser alguien de la universidad-me miraba con su bellos ojos.
-Contesta Laura-dije con una sonrisa y se puso de pie para contestar. Su mirada fue fría al mirar la pantalla y bloqueo su teléfono para luego dejarlo en la mesita de noche.
-Nada importante-dijo con sequedad mientras se acomodaba a mi lado en la cama
-¿Esta todo bien?-pregunte mientras mi mano acariciaba su pecho. Ella asintió -Laura- susurre y me miro- no quiero que tengas problemas con la chica que vimos hoy por mi culpa-ella negó con la cabeza mientras me acercaba a su cuerpo.
-imposible-dijo con sus labios en mi frente.
-Al menos pudimos cenar-dije mientras mis dedos se paseaban por su brazo.
-Pero tienes razón-dijo mirándome y tomando m manos que estaba sobre su brazo-no podemos salí a cenar-tome mucho aire y lance un suspiro-pero como te dije hoy-su nariz rozo la mía-lo solucionare- me guiñe un ojo y sonreí.
Envolvió sus brazos en mi cintura y seguimos besándonos como si fuera el ultimo día de nuestras vidas, haciendo que su cuerpo demuestre lo que causan nuestras interacciones y mis labios en cada centímetro de su piel me rodaban el aliento. Verla totalmente debil ante mis labios era una imagen que no tenia precio..