Las Crónicas De Liáng: Mundos Distintos [Tomo I]

Capitulo 37

Lunes 7:39 PM

¿Has sentido esa sensación de que alguien te dice justo lo que quieres escuchar? O bueno en mi caso leer, es como si esa pequeña carta me hubiera aspirado toda mi tristeza y me hubiese llenado de fortaleza, de esperanza, de que alguien confía en mi para poder llevar a cabo esta misión de derrotar a Rybra.

Cuando uno está triste a veces lo que más quiere es estar solo, encerrado, apartado de la sociedad que te puede juzgar por estar llorando, pero no puedes estar encerrado todo el día en esas cuatro paredes, en mi caso, en vez de estar encerrado con haciendo que mis lágrimas corrieran por mi mejilla estuve con mi tía viendo el álbum de fotos, es un poco gracioso ver a ellas dos, a mi madre y mi tía de pequeñas, mi abuelo se veía tan joven y lleno de energía, lástima que haya parado a ese lugar solo porque nadie le cree lo que dice, incluso apareció la versiones jóvenes de mi padre y mi madre en su época de noviazgo, se veían muy felices los dos, mi padre tenía el típico aspecto de alguien de los 90' y mi madre tenía un rostro de una persona tímida, creo que es otra cosa más que saque de ella.

Karen me comento que en estos trece años no había revisado el álbum, la muerte de su hermana sí que le impacto, además lo suponía porque si le hubiera dado un vistazo se hubiese encontrado con la carta.

En tu vida vas a sentir que no sirves para nada, que no ayudas a nadie, que solo eres un estorbo, pero no pienses eso, ya verás que alguien llegara a ti, que se siente peor que tú, y es ahí donde te necesitaran, ahí te darás cuenta que has ayudado a alguien y que no solo eres un estorbo, porque la persona que menos esperes te darás cuenta que tú le haces falta.

— ¿Te sientes mejor? —Pregunta Karen.

—Sí, mucho mejor, gracias tía—Le decía mientras le doy una gran sonrisa.

—Me alegra escucharlo—Ella se va a la cocina a lavar la loza que hemos ocupado, mientras que mi cuerpo veía la tele pero mi mente pensaba.

Mi mente se dedica en este preciso instante a pensar tanto en mis padres, en Liáng y en mis posibilidades para resolver el caso de mis padres.

Aún me es complicado aceptar que ellos fueron los reyes de Liáng, me esforcé todo este tiempo en negar que lo fueron solo para evitar pensar en ellos, por una parte, la otra parte fue que ellos habían muerto en esta tierra y no en la de Liáng, entonces a base de eso hay una muerte que fue falsa, o mis padres aquí murieron por aquel sicario que entro a robarles su vida y amanecieron muertos en Liáng dándole la victoria a Rybra de forma inmediata, o Rybra fue el que los mató en Liáng y amanecieron muertos en mi mundo, aunque el cabo suelto de la segunda opción es que mis padres se encontraban muertos en el piso de la habitación y no en la cama, sería bastante coincidencia de que al momento de que Rybra los haya matado alguien haya aparecido en su cuarto y los matase, esto parece un camino sin sentido.

En cuanto a Liáng, creo que tengo que volver a actuar como era yo, porque levantaría sospecha de cualquier modo, ahora que se me vino a la mente ¿Debería empezar a hacer algo para la guerra? No puedo quedarme esperando a que Rybra me descubra y empiece a hacer algo, tengo que hablarlo con Norah, ella debe saber y debe ayudarme en esto.

Y en el caso de resolver el misterio, no sé qué hacer, pretendo dejarlo archivado para en un futuro, muy posiblemente luego de mi combate con Rybra ¿Qué más puedo hacer yo ahora? No creo que mucho.

—Por cierto Andrew ¿Sabes que pasó en la casa de la esquina? La cual ibas a interrogar—Dice Karen desde la cocina.

—Ah, sí, creo que alguien intento asaltar a ese hogar y termino lastimando a Roberto y Matías.

— ¿Así se llaman?

—Sí, aunque ¿Quieres mi teoría conspirativa?

— ¿Cuál es?