Cap. 8

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Luego de un rato ahí tirado saqué fuerza para poder levantarme y cojeando llegué hasta la habitación, por suerte México no estaba allí... no quería que me viera en ese estado. Yo simplemente me acosté y me quedé dormido, un rato después me desperté por un ruido y me di cuenta me México había entrado, probablemente había terminado de comer.
-por qué no fuiste a comer- pregunto en un tono que pareciera como si estuviera regañandome.
-no tenía hambre- conteste.
-si no comes te vas a enfermar- me dijo.
-pero-
-toma- me interrumpió mientras me daba un paquete de galletas.
-gracias?- dije mientras las tomaba -pero por que me das galletas?-
-es una forma de pedirte perdón por lo que pasó en el comedor...- dijo desviando la mirada.
-ah... esta bien, no debí presentarte con Rusia fue mi culpa...- dije.
-no, no fue tu culpa, yo fui el idiota- respondió.
-no seas tan duro contigo- dije mientras comía una galleta.
-es que... no quiero perder otro amigo por culpa de mi conducta...- dijo sentándose en mi cama.
-perderme...? Osea que si te importo?- dije con una pequeña sonrisa en mi cara.
-claro que me importas, se que a veces no lo demuestro pero... somos amigos- dijo poniendo su mano en mi hombro.
-auch...- dije inconscientemente ya que ese era uno de los lugares en los que Nazi me había pateado.
-te duele? Te paso algo?- pregunto quitando su mano de mi hombro.
-si, es que... choqué con un... poste.... si eso...- dije excusandome.
-estas mintiendo- dijo mirándome a los ojos.
-n‐no! Es verdad-
-no confias en mi?- pregunto mirándome fijamente.
-um... no me pasó nada... en serio- dije mirando hacia abajo.

El se acercó a mi y levantó mi polera descubriendo varios moretones que habían dejado las patadas de Nazi y sus amigos.
-me dirás que un poste hizo esto?- dijo mirándome a los ojos.
-México p‐por favor no hagas eso...- respondí sonrojado.
-hacer que, esto?- contestó levantando más mi polera.
-b‐basta- dije tratando de bajar mi polera sin lograrlo ya que el tenía mucha fuerza.
-porque me mientes?- dijo mirando mi abdomen descubierto.
-e‐esta bien te diré la verdad p‐pero no hagas eso- conteste.
-esta bien- dijo soltando mi polera.
-fue Nazi... un chico de último año...- le dije.
-cuanto tiempo lleva haciéndote esto?- preguntó.
-desde que llegué aquí... el me molesta porque soy débil...- respondí desviando mi mirada hacia abajo.
-que idiota, si vuelve a molestarte se las va a ver conmigo- dijo seriamente.
-n‐no es necesario que me protejas- respondí.
-aun así voy a hacerlo, no quiero que vuelvan a lastimarte- respondió.
-gracias- le dije mientras me daba un pequeño abrazo.

El también me abrazó, aún que noté que lo hacía delicadamente para no lastimarme... en ese momento me dieron unas ganas de pedirle que durmiera conmigo... pero obviamente no le dije. Después de eso el se fue a su cama a acostarse, antes de dormir me quedé pensando en cuando dijo que no quería que volvieran a lastimarme... probablemente lo dijo porque se dejó llevar aún que... me hacía sentir bien que el quisiera protegerme... se que somos amigos... pero a veces me gustaría que fuéramos algo más...

En Busca De Tu Corazón // FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora