En Busca De Tu Corazón // Finalizada

Cap. 20 (+18)

Cuando fuimos a la habitación fui a bañarme para salir a algún lado con México, mientras me bañaba olvidé mi toalla así que le pedí a México que la trajera.
-México!- grité desde el baño.
-que paso?- respondió desde afuera.
-traeme una toalla!- respondí.

Luego de unos segundos México entró al baño con una toalla pero en vez de darmela me quedó viendo.
-um... México? La toalla- dije tratando de hacer que espabile.
-ah... si toma- dijo extendiendo su brazo para darme la toalla.
-gracias- contesté mientras colgaba la toalla.
-si... no hay de que- respondió mientras seguía mirándome completamente embobado.
-hey! Pervertido sal de aquí quiero bañarme tranquilamente- dije cubriendome con la toalla.
-a quien llamas pervertido?- preguntó mientras se acercaba a mi.
-M‐méxico que estas...- respondí mientras veía como se metía en la ducha conmigo.
El no dijo nada y me tomó fuertemente de la cintura dándome besos bastante agresivos y salvajes.
-ah... México detente vas muy rápido- dije separándolo de mi.
-lo siento, no puedo evitarlo- contestó apegando su cuerpo al mío con sus manos en mi trasero.
-México... no, no vamos a hacerlo aqui- respondí alejándolo de mi.
-porque no?- dijo mirándome con un puchero en la cara.
-aun que pongas esa cara no tendré sexo contigo aqui- dije.
-pero ya estoy duro- respondió.
-es tu problema, yo quiero bañarme tranquilo así que sal de aqui- contesté.
El salió de la ducha y antes de salir del baño dijo.
-para la próxima no vas a escaparte-
-ya lo veremos- respondí.

Cuando el cerro la puerta yo seguí bañandome como si nada, después salí y me vestí. México me llevó a la ciudad, allí estuvimos casi toda la tarde, vimos tiendas de ropa, comimos y en general nos divertimos mucho. Cuando íbamos llegando a donde habíamos estacionado México me preguntó.
-mira allá hay un puesto de helado, si quieres lo comemos en el auto~-
-eso no va a funcionar- respondí.
-mierda, hoy estás muy difícil- dijo mientras se metía al auto.

Llegamos al campus y fuimos a la habitación, yo ya estaba un poco cansado así que me quedé dormido rápidamente. Sentí cuando México se acostó junto a mi, ya que me desperté porque el estaba frotándose contra mi mientras dormía, probablemente estaba soñando cosas cochinas.
-México!- grité mientras lo movia para que despertara.
-ah... que pasa?- dijo abriendo lentamente sus ojos.
-puto pervertido deja de frotarte contra mi!- le dije.
-mierda! Lo siento no me había dado cuenta- respondió cubriendo su erección con una almohada.
-hasta cuando duermes eres un pervertido- contesté cubriendo mi cabeza con toda las sábanas.
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Vi como Usa se cubría completamente con todas las sábanas, yo no sabía que estaba haciendo hasta que sentí como me bajaba los boxers.
-Usa que haces?- pregunté.
El no dijo nada y sentí como metía mi pene en su boca. Apenas pasaron unos segundos y yo me vine.
-eso fue rapido- dijo Usa levantándose.
-si... es que ya estaba soñando contigo- respondí.
-que tal si hacemos realidad tu sueño~- dijo.
-por mi no hay problema- respondí quitándome la polera.
-tendrá que ser rápido porque mañana tenemos clases temprano- contestó.
Extendí mi mano hacia el cajón que había al lado de la cama y saqué un lubricante.
-en que momento compraste eso?- preguntó Usa.
-eso no importa, ahora ponte en cuatro- dije mientras ponía lubricante en los dos dedos que siempre usaba.

El se quitó la poca ropa que tenía y se puso en la pocision que le indiqué. Rápidamente metí mis dos dedos en su entrada y comencé a moverlos rápidamente. Una vez que ya había pasado suficiente tiempo me acomodé en su trasero.
-voy a meterlo- dije apoyándome en el.
-e‐esta bien- dijo Usa un poco nervioso.
Dí un fuerte empujón entrando por completo, yo lo tomé por la cintura para dar estocadas más profundas.
-ahh... M‐México se más gentil- dijo Usa entre gemidos.
-tu boca dice eso, pero aquí atrás se nota que no quieres que pare- contesté mientras comenzaba a moverme mucho más rápido.

Noté como las piernas de Usa comenzaban a temblar igual que la primera vez, bajé el ritmo para que a Usa no le dolieran las piernas al día siguiente. Luego de un rato me corrí dentro de Usa, el ya se había venido varias veces mientras yo lo penetraba.
-será mejor que durmamos... mañana tenemos clases- dijo.
-no haremos segunda ronda?- pregunté.
-no México, ya estoy cansado- respondió.
-esta bien...- contestó México mientras se ponía sus boxers.
Yo también me los puse y ambos nos quedamos dormidos.

Al día siguiente despertamos y por suerte mis piernas no dolían tanto, solo un poco pero podía caminar. Un año más tarde ambos nos graduamos y vivimos juntos en un departamento bastante decente, conseguimos buenos trabajos y se podría decir que vivimos felices por siempre.

FIN