17. Integración

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Los días dentro de la celda preventiva, pasaban como cortos minutos de existencia si se ponía a compararlos con las decenas de años que le esperaban dentro de prisión.

KyungSoo observaba el techo de la celda en la que se encontraba, acostado sobre la fría y dura superficie que fungía como cama, llevaba los brazos cruzados detrás de la nuca, no llevaba consigo ninguna otra prenda más que el uniforme que lo habían hecho utilizar, después de todo se sabía solo en el mundo.

El sonido de los barrotes ser sacudidos lo sacó de sus pensamientos, giró la mirada apenas un par de centímetros y observó al oficial que llevaba su charola de comida.

KyungSoo se incorporó lentamente y caminó hasta encontrarse con el oficial, sostuvo la charola durante escasos segundos, sin apartar la mirada del rostro ajeno.

—Así que finalmente ves tu sueño cumplido— musitó el de menor estatura, yendo a sentarse sobre la cama.

El oficial no respondió a aquello, se limitó a observarlo detrás de las rejas. Todavía se sentía conmocionado por la noticia y estaba mucho más sorprendido después de escuchar la larga confesión que el criminal había dado. SeHun frunció el entrecejo ligeramente, con la mirada llena de desprecio.

Terminó por alejarse del lugar sin decir ni una sola palabra.

KyungSoo lo siguió con la mirada, bajó la cabeza apenas un par de centímetros y con una melancólica sonrisa se comprobó a si mismo que no era una persona merecedora de afecto, tal vez, después de todo, su madre tenía razón.

Consumió sus alimentos en completo silencio, únicamente para regresar a sumergirse en profundos pensamientos sobre el pasado, repasando cada mínimo suceso dentro de su cabeza. Su razón residía en que su abogado le había insistido en obtener toda la información que hubiera omitido, sobre todo le exigió que fuera específico en cada segundo transcurrido desde su aprehensión hasta que fue colocado en la celda que ahora residía.

Se llevó una enorme sorpresa cuando el abogado Kim le platicó sobre sus planes de defensa, sobre todo quedó totalmente impresionado cuando lo había hecho sentarse en medio de una sala especial para reuniones con su abogado. Lo hizo encarar al par de personas que no había visto en más de diez años.

—KyungSoo...— la mujer frente a él le dedicó una mirada llena de lástima, mientras apretaba la mano de su hermana sentada al lado —¿Cómo pudiste?

El de menor estatura, se limitó a guardar silencio, negándose a ver a sus hermanas de frente, no tenía el suficiente coraje de enfrentarse a su familia.

—Declararán a tu favor— comunicó el abogado Kim.

KyungSoo trató de ocultar la impresión que las palabras le causaban, no esperaba esa clase de apoyo por parte de las féminas sentadas frente a él.

—Lo vimos todo de cerca, KyungSoo— contó la mayor de sus hermanas, que sostenía la mano de su contraria y permanecía limpiando las lágrimas de sus mejillas —Siempre quisimos ayudarte pero ella jamás nos dejó acercarnos.

KyungSoo torció los labios, incrédulo, todavía con la mirada gacha.

—Creemos en ti...— comunicó la menor de las dos, la que había preguntado por sus razones.

Y después de una larga charla mediada por el abogado JaeJoong se trabajó sobre la defensa que sería ofrecida por parte de él. El resto de la familia Do parecía querer cooperar, aún si sentían miedo en cierta medida, las hermanas Do clamaban que su hermano menor nunca se había mostrado agresivo, adjudicaban sus tempranos comportamientos patológicos a actitudes normales de cualquier niño de su edad.

CRIMINAL-MENTE [ChanSoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora