19. Asociación

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—Y realmente creo que lo harías estupendamente— hablaba el encargado de las lecciones del taller de ilustración.

KyungSoo observaba el formulario en silencio, escuchando atentamente y meditando respecto a la propuesta.

—También es un buen antecedente para cuando planees apelar a la libertad condicional— seguía hablando el titular.

El más joven desvió su mirada lentamente y con los ojos entrecerrados vislumbró el rostro del contrario —No apelaré a la libertad condicional.

—De acuerdo, de acuerdo— mencionó el contrario, sintiendo la fría mirada recorrer su anatomía, alejándose de manera discreta hasta un punto donde se sintiera más seguro —Pero si llegas a cambiar de opinión...

—Lo haré— aceptó. Regresando la mirada hasta el panfleto extendido sobre el escritorio.

El profesor del taller de ilustración había solicitado hablar personalmente con KyungSoo para proponerle una actividad relacionada con sus dotes artísticas, dado que el principal objetivo de la prisión era la reinserción social de los individuos rehabilitados, existían diversos programas para que los presos pudieran trascender fuera de los muros, para que cuando salieran libres pudieran desenvolverse con mayor facilidad.

El taller de ilustración tenía un acuerdo con una famosa editorial, a menudo contrataban talentos ocultos para ilustrar los libros de cuentos próximos a salir y el profesor del taller había pensado de inmediato en su más reciente alumno; Do KyungSoo.

Al principio al menor no le atrajo la idea, pero después de ser bombardeado con distintas posibles retribuciones no quería seguir escuchando más al profesor, así que simplemente accedió para quitárselo de encima.

Sin embargo, la solicitud había resultado ser de provecho.

Dado que para un buen desempeño era necesaria la previa documentación, a KyungSoo le permitieron salir de la celda por más tiempo del que tenía permitido, siempre bajo vigilancia y durante determinado tiempo. El pedido de la editorial había sido ilustrar una serie de libros de cuentos cortos, clásicas leyendas nacionales que habían sido ajustadas con el toque de fantasía justo para atraer a diversos públicos.

Las ilustraciones estaban pensadas para ser dibujos que expresaran la magia y el misticismo, KyungSoo puso todo su empeño en ello.

Tenía un plazo de tiempo, así que su mente se despejo durante bastantes semanas.

Se había detenido apenas un par de días en todo el mes para escribir las prometidas cartas al detective Park, donde relataba lo acontecido, acompañando las letras de pequeños ejemplos de las futuras ilustraciones de cuentos.

Tal y como había dicho, confiaría en que una respuesta llegaría, por más que su interior le gritara aceptar la realidad, decidió aferrarse a algo que incluso él sabía que sería imposible.

—Sé que no llevas ni un año aquí dentro— hablaba el guardia de seguridad a cargo de la vigilancia de aquel día al lado de la celda del asesino —Pero durante todo el tiempo que llevo trabajando aquí, realmente saltas a mi curiosidad.

—Supongo que es porque has visto sobre en todos los medios posibles— respondió KyungSoo, acostado sobre el delgado colchón de la cama inferior de la litera. Al ser un convicto de alta peligrosidad, convivía solo dentro de la prisión.

—No, no es por eso— negó el policía —Luces mucho más tranquilo que el resto de las personas, lograr aceptar que has sido privado de tu libertad es complicado de comprender, he visto reclusos que eligen otras salidas antes de esperar por treinta o cuarenta años a salir.

CRIMINAL-MENTE [ChanSoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora