«Valle de Lagos es la cárcel de los aventureros y de las almas que quieren sanar, y dos almas perdidas están a punto de encontrarse.»
Primera parte de la bilogía «Valle de Lagos».
Lizbeth López, 2021.
Portada realizada por @megan_herzart
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Primera parte de la bilogía «Valle de Lagos»
Bellamy Tomer está cansado de servir como el perro del rey.
Cuando el virrey lo pone a cargo de la investigación de un asalto en alta mar, ve una oportunidad de escapar de su responsabilidad como corsario. Del crimen posee un solo indicio, la descripción brindada por el único sobreviviente del naufragio: un bergantín con una mujer en rezo como mascarón de proa. Si encuentra lo robado y al ladrón, podrá abandonar la armada española y volver a México como un hombre libre.
Sofía Palaez ha tenido que abrirse camino a golpes por la vida.
Decidida a dejar su pasado atrás, viaja con su hermano mayor, Sebastián, en uno de los barcos adscritos a la Casa de Contratación que posee, protegida por él y sus hombres. Un infortunio los separa, y pronto se topará con el perro del rey que ha decidido darle caza, todo porque el buque en el que viaja concuerda con la descripción del náufrago.
Para Bellamy, la cacería se vuelve más interesante cuando se topa con dos barcos idénticos, pero nada le hace perder más la cabeza que aquella mulata con fuego en la boca y fragilidad en la mirada. Con el tiempo corriendo a prisa, deberá descubrir cuál de los barcos es el responsable, pues su libertad y la vida de Sofía dependen de ello.
