Diariamente.

Cena Familiar

Después de varios meses de oficialmente ser una pareja, era momento para llegar al siguiente paso.

«No había necesidad de apurar las cosas» pensaba el menor; pero de nada funcionaba desistirse: todo fue idea de ese...

Ugh, de nada sirve insultarlo.

La semana pasado estuvieron hablando hasta tarde en la noche como de costumbre. De esta conversación salió la alocada idea de tomar el próximo paso en su relación:

— Pequeño Mo, te extraño mucho. Me gustaría poder estar ahí contigo.

Lamentablemente, la única forma para ellos de comunicarse era a través de videollamadas. Frecuentaban mucho a usar este recurso, ya que era muy difícil para ellos quedar juntos por...

Sí, la universidad.

No era un gran inconveniente, pero es preferible sentir una persona a tu lado que verla por una pantalla rota.

— No empieces a llorar.

Mo no iba a admitirlo pero también lo extrañaba, más que nunca.

— ¿Qué te parece si mañana nos vamos juntos a mi casa después de salir? — propuso, esperanzado con una respuesta positiva del menor.

— No puedo, iré a trabajar luego.

Tian bajo la cabeza. — Sabes que no tienes porque trabar, yo puedo...

— No. Te he dicho mil veces que no voy a aceptar tu sucio dinero — aclaró, retando al mayor mientras se reía de la cara que había puesto.

— Ah, que puedo hacer si dices que no — contestó rindiéndose, embobado con la risa de Shan. — Entonces... ¿cuando podré verte?

— Podrás hacerlo en la mañana.

— Eso no es justo, solo pasamos como 5 minutos juntos a solas. Lo demás lo pasamo con Jian Yi y Zhan Zheng Xi — refutó.

Tiene razón.
Las últimas semanas han estado dándolo todo en los ensayos de la banda. No han tenido tiempo siquiera para salir los cuatro.

— Confórmate con eso — puso punto final a la discusión.

Un descontento suspiro paso por la boca del mayor, incrédulo de la sinrazón que había dejado Mo.

— Sabes que todo se solucionaría si tú mamá supiera que-

— ¡De eso nada! — interrumpió, dándole un golpe a la mesa. — N-No... no puedo decirle a mi mamá sobre nosotros, no aún.

Mo empezó a sentir un temblor en la pierna. Su cabeza le dolía cada vez que pensaba cómo es que reaccionaría su madre si supiera la verdad sobre él y He Tian.

Ella lo conocio con los mejores ojos, por eso le aterraba que cambie de opinión apenas lo presente como su primera pareja.

— Pequeño Mo, tu mamá no puede separarnos, nadie puede hacerlo — aseguró el azabache como si pudiera, de alguna forma, leer su mente. — Es más, yo creo que hasta aprobaría nuestra relación.

Su sonrisa brillante hizo que Mo cambiará de cara al instante. Él si sabía cómo hacerle reír.

— ¿A dónde quieres llegar con esto? — sondeó con voz aguda.

— Quiero que me presentes a tu familia, está vez, como tú pareja.

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Si que debió estar demente como para haber aceptado tal propuesta.

¿¡En qué estaba pensando?!