Salida de amigos

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Él no lo vió, ¿verdad?
Realmente espero que no.

"¿Porqué buscaste eso?"

Tenía... curiosidad.

"Si sabes que soy de Escorpio, ¿verdad?"

Lo sé, idiota. Por eso mismo lo busqué...

"Eso significa que ¿te gusto?"

Él palideció. No iba a declarar nada al respecto, sólo porque no sabía cómo.

— ¡Por supuesto que no, idiota! — respondió por inercia.

"Oh, que bueno. Eso sería algo asqueroso."

¿Qué?

¿No eres tú el que siempre está detrás de mi?

"Si tu fueras de esos raritos, de seguro ya no seríamos más amigos."

¿¡Qué carajos?! — se levantó despavorido de la cama.

Todo era un sueño.

— Pequeño Mo, ¿está todo bien? — He Tian, que estuvo durmiendo a su lado todo el tiempo, sintió como Shan empezaba a temblar.
— ¿Q-Qué? — aún confundido.
— Estuviste hablando en tus sueños... o debería decir pesadillas.

Sí. Todo era una horrible pesadilla.

— ¿Qué hora es? — preguntó para desviar la situación.
— 9:23 a.m — contestó. — ¿Te sientes bien? ¿Pasó algo?
— No es nada, idiota... Sólo una estúpida pesadilla. Nada de que preocuparse — indiferente.
Ojalá pudiera entrar a tus sueños para protegerte incluso ahí — murmuró.
— ¿Dijiste algo?
— No — mintió. — Si ya te sientes mejor, ¿podemos ir a desayunar?
— Como sea — se levantan de la cama para ir a preparar el desayuno.

...

— Al parecer mamá tuvo una emergencia en el trabajo — dijo mientras arrugaba la nota que había dejado la mayor en la mesa. — Tendré que salir para comprar algunas cosas.
— ¿Puedo ir contigo? — preguntó el azabache buscando un poco de afecto de parte del menor.
— Sí. No pienso dejarte solo en mi casa — gruñón.

No es exactamente esa la respuesta que buscaba, pero me conformo.

...

Mo cerró la puerta de entrada con doble llave para evitar cualquier inconveniente.

Caminaron un par de cuadras hasta llegar a la bodega más cercana qué, coincidentemente, era dónde el menor trabajaba.

— ¡Guan Shan, que alegría verte! — habló la jefa del pelirrojo desde la caja.
— Tía, buen día ¿Cómo le ha estado yendo? — atento.
— Bien pequeño, pero no es lo mismo sin ti.
— Muy pronto volveré. Solo faltan un par de semanas para que se acaben las vacaciones.
— Sí... — esperanzada.

De pronto, una cabellera negra se asoma por detrás del pequeño Mo, tratando de saber el porqué se demoraban tanto en pasar.

— Veo que traes un amigo — dijo, al notar la presencia.

Shan volteó su cabeza, viendo con el rabillo del ojo al mayor, entregándole una mirada fría.

— Sí... este estorbo se quedó en mi casa anoche — cruzándose de brazos.
— Hola tía — encantador.
— ¡Aiya! — chilló. — ¡Es el chico guapo! — emocionada. — ¡No se queden ahí parados! Pasen, pasen — los invitó.

Compraron un par de cosas de más de las que necesitaban, ya que la tía les había hecho un descuento por amabilidad.

Claro que la 'amabilidad' tiene un nombre, y se llama He Tian.

En fin, se lo agradecieron y salieron de la tienda para poder llegar a casa y preparar el desayuno; sin embargo, se cruzaron con unos conocidos en el camino.

— ¿He Tian? ¿Pelirrojo? — una voz ya conocida los llamaba del otro lado de la acera.

Los chicos cruzaron miradas y se llevaron con la gran sorpresa de encontrar a sus amigos.

— Jian Yi, Zheng Xi — jaló a Shan para caminar a dirección a ellos. — ¿Cómo están?
— ¡Bien! Nos estábamos dirigiendo a un lago cerca de aquí ¿Les gustaría ir? — dijo animado.
— Seguro — alargó la última letra. — ¿Qué dices, montañita?
No me llames así... — susurró. — Y no. Solo salimos a comprar unas cosas.
— ¡No te pongas difícil, pelirrojo! — soltó. — Nos divertiremos mucho. Te lo aseguro — sonrió.
— También traemos comida, por si tienen hambre — añadió calmado, Xi.

Tian miró a Mo como si tratará de conseguir su permiso; Jian Yi, se le unió.

Tener a dos tipos mirándote como si tu decisión fuera algo sumamente importante no era algo que a Guan le fascinaba.

De todas maneras, quiso ir desde el principio, pero su orgullo siempre le juega contra su favor.

— ¡Agh! Está bien — gruñó.
— ¡Yay! — los demás celebraron.

Con el nuevo camino por delante, la tranquilidad se asomaba por los cuatro chicos.

Hace un buen tiempo que no salían todos juntos, y con buen tiempo me refiero a una semana... Pero bueno, son detalles.

No tardaron en encontrar el pequeño lago el cual el rubio había mencionado.

Armaron un pequeño picnic y se pusieron a comer cerca de ahí.
Estuvieron un par de horas charlando de cosas triviales pero, aún así, entretenidas.

Posteriormente, se aburrieron y no tenían idea de que hacer.

— Hay que meternos al lago — sugirió el mayor.
— ¡Claro que no, imbécil! — Mo respondió enojado. He Tian trató de calmarlo rodeando uno de sus brazos alrededor suyo. Este método casi siempre fallaba pero, inesperadamente, hoy no.
— De hecho, es una gran idea ¡Vamos! — exclamó Jian Yi abalanzandóse por detrás de su amigo de infancia, emocionado
Idiota, quítate de encima... — respondió.

Por mas de negarlo incontables veces, Mo se terminó metiendo al agua pero, esta vez, sin ser llevado por He Tian.

Sí, esto también es como un deja vu...

Solo que con unos años de diferencia.

...

Pasaron toda la tarde, hasta que estaba a punto de anochecer, sentados en la orilla de ese lago.

Por último, tenían que ir por caminos separados, puesto que el pelirrojo aún tenía cosas que hacer; y Jian Yi y Zhan Zheng Xi... bueno, no sabemos exactamente qué cosas harán esos dos estando a solas.

Es mejor dejarlo a la imaginación.

En fin, se despidieron debidamente sin antes prometer qué...

Volverían a salir de nuevo.

Continuará...

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