Desde el incidente con He Tian, el pequeño Guan Shan ha disminuido sus estancias en la sala de música.
Es preferible practicar con paz y tranquilidad que con tres idiotas zumbándote en la oreja cuál zancudo, según él.
En fin, ahora pasaba su tiempo de receso jugando basket con los chicos y compañeros que iba conociendo.
— ¡Jian Yi! — el pelirrojo pasaba el balón al mencionado.
El rubio atrapa el balón, esquivando los intentos de He Tian por quitárselo. Botó la pelota unas cuantas veces mientras huía de los demás contrincantes. Se posicionó en el círculo de tiro libre de la cancha y saltó para exitosamente encestar.
— ¡E-e-e-e! — celebró su logro en la cara de su mejor amigo.
— No jugaste nada mal — habló Shan, chocando los puños con el lívido.
— Viste que hacemos buen equipo — respondió pasando su brazo por encima de su hombro.
— No te pegues, estás todo sudoroso — retrocediendo.Súbitamente, se detuvo al sentir que su espalda chocaba con algo fuerte y duro. — Sí, y solo yo puedo hacer eso — era el azabache. El menor dió un pequeño saltito en respuesta. — Joder... Me asustaste — desorientado. Tian le sonríe y voltea su mirada a la dirección de Jian Yi.
— Exijo un desempate — confrontando al de ojos aureos.
— Acepta tu derrota, perdedor — hostigando.Mientras estos dos se impelían mutuamente, el más calmado de los cuatro chicos notaba cómo un grupo de chicas se iban acercando poco a poco rumbo a ellos.
Jaló de la camisa de su mejor amigo para llamar su atención.— ¿Qué pasa, Xixi? — callando con la mano al azabache.
— Se acercan un grupo de chicas — señalando.El resto dobló la mirada para curiosear. Parecía ser que las chicas estaban allí por el chico guapo.
— ¿Tú eres H-He Tian? — preguntó una de ellas.
Mo, que aún estaba alredor de los brazos del moreno, rodaba los ojos.
— Sí, ese soy yo — les regaló una sonrisa.
— Te ví en una de mis clases y me preguntaba si podrías ayudarme con la tarea — tímida.
— Lo siento pero ahora estoy ocupado — aludiendo a sus amigos.Las chicas notaron la mirada de los demás en ellas como si fuera algo común; sin embargo, se atemorizaron al observar la cara de poker que tenía el bermejo en esos momentos. — Oh, e-está bien... Nos vemos más tarde.
Todo el grupo de chicas que estuvo ahí hace unos minutos, se habían desvanecido como el humo tan repentinamente.
— Eso fue raro.
— ¿¡Cómo es posible que en cualquier que vayamos las chicas se te peguen como chicle?! — el rubio se quejaba.
— Quién sabe, quizás soy muy irresistible — volteando a ver a Mo.
El pelirrojo, confundido por la acción de Tian, se sonroja minuciosamente. — No seas un jodido narcisista — cruzándose de brazos.Shan no podía negarlo ni afirmarlo.
No quería admitirlo, pero empezaba a sentir las cosas más fuertes estando al lado de He Tian.
Felicidad... Tristeza... Vergüenza... Ira...
Todo era un mar de emociones.
Y, por supuesto, esto no era reciente. Ya venía sintiendo todas estas cosas desde hace varios meses, quizás años.
Pero no estaba seguro... No estaba seguro si el mayor le correspondería como el quisiera.
¿¡De qué mierda estas hablando?!¡"Corresponder" mis huevos!
Yo no siento nada por ese estúpido...También lo negaba todo, pero eso ya es parte de su manera de ser.
— Basta de cháchara ¿Van a jugar o no? — habló el de cabellos dorados, mientras sostenía la pelota.
Jian Yi, en un impulso, se lanzó rápidamente sobre él. — ¡Empezemos!Parece que el rubio tiene un problema con saltar encima de las personas, especialmente con Zhan Zheng Xi.
...
El moreno salía de su última clase, apresurando el paso para poder salir junto a Mo Zi, tal como hacían todos los días.
— ¡He Tian! ¡Espera! — una mano femenina agarró uno de sus brazos. El moreno se voltea serio. — Ah.. y-yo, perdón — lo suelta.
— No pasa nada — finge una sonrisa. — ¿Necesitas algo?
— ... Sí, yo fui la que te pidió ayuda en la mañana — algo desanimada.
— Oh, disculpa. No te reconocí — pasa su mano detrás de su cuello.La verdad que no ví tu cara en ningún momento, solo podía prestar atención a las acciones del pequeño Mo.
— Entonces... ¿Crees que puedas ayudarme? — insistente.
— Tengo que ver a alguien ahora, será otro día — se despide con la mano.
— ¡Espera! ¡Por favor! ¡Haré lo que sea!¿'Hare lo que sea'? ¿Que posiblemente pueda querer de ti?
— No es muy correcto que una chica le diga algo así a un hombre — reafirmó.
La chica se enrojeció de la vergüenza. — Perdón... no lo pensé en cuando lo dije. Te dejo tranquilo — disculpándose.El azabache notó una pequeña vincha que pasaba desapercibida en la cabeza de la chica cuando se agachó a pedir disculpas. — ¿Qué es lo que tienes en la cabeza? — preguntó con curiosidad.
— ¿Esto? Son unas orejas de gatito — se las saca para ensañarselas.Instantáneamente, unas influencias demoníacas se apoderaron de las ideas del mayor.
¿Podrías prestarmelas?
...
—Este imbécil... ¿Porqué se demora tanto? — se preguntaba el pelirrojo, quién lo esperaba en la entrada de la universidad. — Que se joda, yo me voy — dispuesto a irse.
— ¿A dónde vas? — Tian lo toma del hombro.
— Joder... ya es la segunda ves en el día. La próxima ves te voy a patear en los huevos — amenazante.
— Woah, tengo tanto miedo — molestó. — Oye, tengo algo para ti.
— Más te vale que no sea nada para asustarme — caminando junto al moreno.
— Para nada — sonrió.De su mochila, sacó cuidadosamente las dichosas orejas de gato, sin que el contrario las viera, para colocárselas.
— ¿Qué es esto? — dijo sin saber que le habían puesto en la cabeza.
— Es un pequeño regalo. No tienes permitido sacártelo hasta que llegues a casa — condicionó.
— Como sea... — sin tomarle importancia.El par siguió su camino de largo.
A veces, Guan Shan sentía la mirada de las personas sobre sí mismo, preguntándose qué rayos le había colocado ese demonio sobre la cabeza.He Tian solo disfrutaba del momento, tratando no reír y absteniéndose a sacarle una foto a su adorable gatito.
...
Por fin, después de media hora caminando, pudo llegar a su casa.
Entró, recibiendo de bienvenida la cara confundida de su madre.— Guan Shan ¿Qué tienes en la cabeza? — preguntó redundante. Se veía a distancia que eran unas orejas de gato.
El pelirrojo se alarmó y pensó.¡¿Qué mierda me puso ese idiota?!
Abrió rápidamente la puerta de su cuarto. Se paró frente a frente al espejo, dándose cuenta la vergüenza que pasó todo ese tiempo al lado del azabache.
— Maldito Tian... Me las pagarás — rechinando sus dientes, hundido por un gran sonrojo.
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
Diariamente.
FanficLa vida diaria de cuatro chicos universitarios, centrándose específicamente en la pareja: He Tian y Mo Guan Shan. _______________________ㅤ•ㅤ_______________________ - Capítulos cortos / no tan largos. - Si hay alguna advertencia, la pondré al princip...