Vuelta

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Una, y otra vez...

Las manillas del reloj están designadas a dar vueltas en círculos hasta que no haya nadie más quién les disponga de una nueva batería.

Una maquinaria tan impresionante para aquella época de películas en blanco y negro capaz de marcar la hora, tan precisamente como la manera antigua de los egipcios y el sol.

¿Y eso se supone qué es relevante?

Sin el paso del tiempo no habría forma de demostrar los acontecimientos relevantes que sucedieron en nuestra vida terrenal.

Existe mucha ciencia y religión detrás del significado real y lo que conlleva darse cuenta lo que logra provocar esa miserable maquinita.

Pero justo ahora, el sonido que produce me molesta mucho.

[  •   •   •  ]

Tic, tac, tic, tac...
De minutos interminables.

¿Cuando va a terminar ese son?
Tan rápido como salga de este salón.

Un tema que no me importa y que, probablemente, no me vaya a servir de nada en la vida, está siendo adiestrado por el profesor de física.
No estoy prestando nada de atención a lo que dice, y esto me vendrá caro porque sé que dejará alguna tarea y yo no tendré ni puta idea... de qué hacer.

Pero eso no es en lo que mi mente se está centrando. No me preocupa nada de lo que está pasando en estás cuatro paredes.

Sólo quiero que ese estúpido reloj se detenga, que se descomponga de una buena vez y que calle; quiero que el sonido de los lápices golpeando contra las carpetas pare; quiero que el profesor deje de escribir en la pizarra y acabe; quiero que... He Tian me llamé.

Din... dan, dan.
¡Sí!, el sonido de las campanas. El último timbre que volveremos a escuchar hasta el próxima día.

Tomé mi mochila y salí por la puerta apresurado. Recorrí todo el instituto entero como si fuera un egresado, sólo para encontrarme con lo que vendría siendo Zhan Zheng Xi.

Él me miró extrañado, esperando a que dijera algo. Me imagino lo que habrá pasado por su cabeza en ese momento "¿Que estás haciendo?" sería lo más lógico. Nunca planeas encontrarte con alguien que se fumó el centro completo, sudado y traspirado, y qué se quede parado en la nada como si acabará de descubrir el cosmos y las galaxias; ¿y para qué?

—¿No está Jian Yi contigo? —abrí mi boca e hice una pregunta vaga. Eso no era lo que quería saber.

—No, nunca ingresó a clases —me contestó calmado pero, aún así, preocupado. —¿Lo estás buscando?

—No, sólo me... parecía inusual.

Apreté mis puños y los escondí debajo de la tela de mis bolsillos. Mis ojos tantearon la situación, tomando por hecha la pregunta que estaba por venir.

—¿Y entonces... qué haces aquí? —interpeló.

Me incliné hacia atrás. —¿P-Podrías darme otro consejo? —balbuceé.

•   •   •  ]

Muy bueno para detectar cosas a la distancia, Zhan Zheng Xi buscaba que era lo que Mo Guan Shan ocultaba detrás de su mirada.

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