Capítulo 13.- Traición.

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Lydia controló sus nervios lo suficiente cómo para poder marcarle a Scott mientras conducía a toda velocidad detrás del auto dónde habían metido a Stiles con el objetivo de no perderlo de vista.

Su mente le decía qué frenara, estaba muy consiente de que un choque a esa velocidad sin llevar el cinturón de seguridad podría acabar con su vida en tan sólo unos segundos, incluso si tan sólo uno de los cazadores decidiera volver por ella estaría acabada pero por alguna razón también sentía que pasaría algo similar si Stiles no volvía sano y salvo con ella asique no se sentía para nada tentada a detener el jeep.

-Lydia.- Respondió Scott.- No han llegado, ¿todo está bien?.

-¡Scott, lo tienen, se llevan a Stiles!.

-¿Que? no puede ser.- Pudo escuchar levemente cómo todos hablaban.- ¿Dónde estás tú?.

-Estoy conduciendo, los estoy siguiendo.

-No, Lydia claro que no, detén el auto.

-¡No puedo hacer eso, no sabré a donde van!.

-Terminarás lastimándote y lastimando a tu bebé. Por favor, te lo suplico hazme caso, quédate donde estás...podemos encontrarlo desde ahí.

-¡No puedo perder a Stiles!.

-Ni yo...ni yo Lydia, lo encontraremos, te lo prometo, pero no hagas que te perdamos a ti y al bebé sin ningún propósito ¿de acuerdo?.

Lydia suspiro mientras las lágrimas que habían luchado por salir ahora rodaban por sus mejillas sin ningún control. Su amigo respiraba de forma entrecortada del otro lado, su pie no quería moverse del acelerador. Finalmente la respiración del otro lado volvió a la normalidad.

-Detén el auto, Lydia.- Pidió Scott con su voz serena.-Sólo así iré por ti y Stiles.

Aunque era lo que menos quería en esos momentos pisó el freno y el Jeep se detuvo poco a poco. En cuanto el auto abandonó su campo de visión rompió en llanto, un llanto que por más que insistía en apagar no podía. Quería creer que era por las hormonas, pero mientras pasaba el tiempo en su mente sólo cabían imágenes de Stiles y ella disfrutando y riendo, imágenes que no podía reproducir con su futuro bebé. Se sentía aterrada, aterrada de que esa fuera la última vez que viera a Stiles. 

Sus amigos tardarían en llegar, pese a tener vehículos con los que movilizarse y eso la ponía histérica. No sólo necesitaba que rescataran pronto a Stiles, necesitaba contención y él único que le brindaba eso era el chico que acababa de desaparecer así que para nada era una buena combinación. 

-Lydia.-La voz de Derek la hizo abrir los ojos pero no fue suficiente para alzar la cabeza del volante. Este al no recibir respuesta abrió la puerta del jeep entrando en él con agilidad.-¿Te lastimaste?.

-No.- Dijo la chica en la misma posición.-¿Por qué no estás buscándolo, a ti que te lo permiten?.

-Porque ya lo encontramos, tranquila, sabemos donde está y esperare a los muchachos para formular el plan.

Aunque se sintió más aliviada con las nuevas noticias no podía dejar de sentirse angustiada y ansiosa. ¿Si ya sabían donde estaba por qué no iban a traerlo y ya?. Su parte racional quiso advertirle que era mucho mejor hacerlo con un plan bien formulado como había mencionado Derek pero su parte emocional simplemente le lanzó lagrimas que ella comenzó a derramar.

El lobo no sabía bien que hacer, la verdad se sentía muy comodo corriendo por el bosque con Cora y Malia, no entendía porque Scott había insistido en que el fuera el que viniera por Lydia mientras el llegaba. La verdad tenía más sentido que lo hiciera Malia, porque al menos ella era mujer y sabría que hacer. O quizás no, era una Hale de todos modos. 

Pequeños ojos miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora