Capitulo 15: Revelación.

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Stiles llevó a Lydia a su casa en un cómodo silencio. Intentaron que Derek no los siguiera pero habían pasado un buen susto esa noche y no creían estar seguros del todo luego de que Ellis expresara ese interés tan inflexible de llevarse a Stiles. Para mala fortuna del chico, ahora el plan incluía a Lydia también. 

En su interior si quería que su malhumorado amigo estuviera cerca, si volvían a atacar sólo se aseguraría de que Derek protegiera a Lydia. Tenía más opciones de que ella estuviera a salvo si tenía a un ser sobrenatural de su lado. Luego de que su bebé naciera no se preocupaba demasiado, Lydia era poderosa cuando podía usar sus poderes por lo que no estaría tan nervioso todo el tiempo. Siempre supo que su chica no era una mera princesa en apuros sino una princesa que puede escapar del dragón y defenderse por si sola incluso defenderlo a él.

-¿No prefieres ir a tu casa?.- Preguntó Lydia a Stiles pero éste negó.

-Papá pasará la noche en el hospital y le prometí a tu madre que además de mantenerte segura no la angustiaría demasiado así que es mejor que esta noche duermas en casa.

-¿Pero te quedarás?.

-¿Quieres que me quede?.

-Claro que si, después de esta noche no creo que...

Lydia humedeció sus labios, nerviosa, por haber soltado esas palabras. Stiles sin embargo sonrió un poco y tomó su mano con suavidad para dejar un delicado beso en ella sin decir algo más.

-Me quedaré.

Pasaban tantas cosas en su vida que muchas veces ellos mismos olvidaban que eran igual que muchos chicos, que su cuerpo requería de alimento y descanso para funcionar de forma correcta por lo que a penas pudieron recostarse en la cama Lydia cayó rendida al sueño por el cansancio que conllevaba tener una experiencia así llevando un embarazo de cinco meses. Aunque  estar dormida no fue impedimento para mantenerse unida al chico y no soltó su agarre de Stiles quién pese a sentirse realmente atacado por el calor no se alejó de ella. Entendía muy bien cómo se pudo haber sentido Lydia y quería hacerle sentir muy segura de que él no volvería a irse de su lado aunque eso significara sudar durante toda la noche.

Nathalie pasó una última vez por el pasillo para cerrar la puerta, le dio una sonrisa de agradecimiento al chico y se fue.

"¡Por última vez Stiles, descansa, todo está bien aquí afuera!"

Después del mensaje de Derek, luego de muchos suyos antes de ese decidió dormir un poco. Después de todo no serviría de nada si se quedaba despierto toda la noche, sólo aumentarían sus ojeras y desconcentración al día siguiente. 

Cuando despertó a la mañana el calor había desaparecido de su cuerpo y se debía a que Lydia ya no lo mantenía apretado a ella. En la cama sólo estaba él y un poco más allá en la banca cerca de su cama había ropa suya, limpia. Decidió no hacer preguntas hasta estar listo por lo que se dio una ducha rápida y se vistió. Cuando salió de la habitación Lydia ya estaba allí ya vestida y maquillada. Nuevamente había escogido un atuendo que escondía ligeramente su vientre pero lucía igual de hermosa que siempre. 

-¿De dónde salió esto?.- Preguntó él bastante interesado mientras tiraba ligeramente de su suéter.

-De las muchas veces que te quedaste aquí cuando estuve en reposo médico.- Confesó la pelirroja.- Tomé algunas cosas para lavar y luego nunca te las devolví.

-¿Y eso como por qué?.

-Porque sabía que nunca viajas con ropa de más y así no olerás a sudor y ropa sucia.- Lydia sonrió golpeando ligeramente su pecho y le tomó la mano para salir al pasillo.- Ven, si desayunamos ahora podremos llegar temprano a clases.

Pequeños ojos miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora