Harry acarició sus labios con sus dedos, sintiéndose tan poco sorprendido que era abrumador. Es como si siempre hubiera cometido la misma acción con el Slytherin—pero sin hacerlo realmente—, tan sencillo y tan... Natural, incluso podría decir que lo que le sorprendió no fué el beso, sino lo cómodo que se sintió en ese momento.
Como si sus manos pertenecieran a ese lugar.
«Suaves, esponjosos, rellenos, dulces, calentitos y apetecibles labios» . Pensó, y ni siquiera se molestó en corregir su pensamiento, ya no le parecía tan extraño como la primera vez.
Había quitado esa fría máscara—de cierto modo—, aunque no fué de la forma más inteligente, fué muy efectivo. Draco no se había separado al instante como había imaginado, no le había gritado el abecedario de groserías... Y tampoco le había maldecido.
Eso tenía que ser una señal, ¿Verdad?.
—Ni siquiera tenía que disculparse si el que lo besó fuí yo— murmuró, antes de sacudir su cabeza, centrándose en otras prioridades a parte de averiguar lo que tramaba Malfoy.
Cómo el partido de Quiddicht que sería dentro de dos días, o descubrir que era lo que le ocultaban todos acerca de Sirius Black. La única información que tenía acerca de él era que escapó de Azkaban y era un ser muy peligroso.
A parte, de que lo estaba buscando a él.
Sin percatarse de ello, sus pies se movieron solos, conduciendolo por el pasillo, con la intención de ir a la sala común. Sentía que había tenido suficiente por hoy.
—¡Harry, por fin te encuentro!.
Se detuvo abruptamente, girándose sobre sus pies, buscando a su amiga, sus ojos verdes se llenaron de confusión e incertidumbre al no ver a nadie allí. Y fué un toque en su hombro que entornó su cabeza de golpe, encontrándose directamente con los inteligentes ojos de Hermione.
—Hola, Mione— dijo tratando de aparentar serenidad, fallando en el proceso.
—Estuvimos buscándote por todos lados... ¿Usabas la capa de invisibilidad?— cuestionó ladeando la mirada.
Harry asintió sin pensar mucho, notando entonces como la castaña parecía lista para refutar, añadió:
—Necesitaba hacer algo, ya sabes... Averiguar un poco más sobre ese Sirius Black.
—Harry, ¿Qué más debes saber? Ya sabes que es un asesino, prófugo de Azkaban. Y, que te está buscando.
Harry bufó cruzándose de brazos, rodando sus ojos—. Eso es lo que necesito saber, ¿Por qué está buscándome? ¿Qué quiere de mí?.
Hermione suspiró, masajeando sus sienes. Buscando una manera adecuada de responderle a uno de sus mejores amigos.
—Debes hacerte una idea, Harry... Sirius Black era uno de sus más fieles seguidores que, al igual que el señor oscuro, tenía todos esos estúpidos ideales— respondió con seriedad—. ¿Entiendes? Es importante mantenerte seguro ahora.
Harry la observó fijamente, preguntándose como la castaña tenía esa información... Ni siquiera él, que estaba involucrado en todo el asunto sabía tal cosa.
—Entiendo— dijo solo porque sí, antes de disponerse a caminar—. ¿Buscamos a Ron? Al parecer venía contigo por el término en plural qué has utilizado al verme, pero no lo veo por ningún lado. No debió de ir muy lejos... ¿Verdad?.
Hermione asintió de acuerdo con la propuesta para seguirlo.
—Sí, no ha de estar muy lejos.
Mientras iban en la búsqueda de su pelirrojo amigo. Potter se permitó sumirse en sus pensamientos, lo primero sería encontrar a Ron, luego ir descubriendo poco a poco sobre ese tal Sirius Black y finalmente, tener una conversación con Malfoy acerca de lo ocurrido, sin besarlo en el proceso.

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Mírame.
FanfictionDrarry/Harco. Draco Malfoy, nunca había tenido inconvenientes para molestar a Harry Potter cada vez que tenía la oportunidad. Sin embargo, algo ha cambiado. Él ha cambiado, no sabe exactamente qué fué; pero no quiere averiguarlo. Por eso ha decidido...