Dulce tentación [#3]

ｅｐｉｌｏｇｏ ＩＩ

MADELEINE

<<Eres especial. Tomaste las vivencias de los que están a tu alrededor y las convertiste en historias inolvidables>>, me dijo Tyler la noche anterior, en que lloré de frustración, porque no encontraba una fuente de inspiración que reviviera la escritora que se escondía en mí, aquella que dio vida a una serie de historias que se volvieron un éxito en el mundo. <<Tienes que volver a los orígenes>> aconsejó.

Por eso, designé la tarde completa a revisar viejos documentos y apuntes, que años atrás me tomé tiempo de adquirir para ayudar a dar vida a las palabras. Estaba tan ilusionada, que decidí pactar entrevistas con los involucrados e incluso las filmé, para tener en cuenta los gestos, las miradas, el lenguaje corporal y no olvidar ni una sola de sus expresiones.

Carpeta: Material Novela 1.

Archivo: DamonKeira.mov

DAMON: ¿Te molesta si como los últimos pedazos de pizza mientras terminamos la entrevista?

Keira pone los ojos en blanco.

MADDIE: (ríe) Claro que no.

DAMON: ¿En qué estábamos?

KEIRA: En el reencuentro.

DAMON: Ah, sí. La cosa fue así. Tu papá te había dejado a mi cuidado. Recuerdas un poco ese día, ¿no? Bueno, tuviste un accidente. Nada grave. Te llevé al hospital y ahí la vi después de cinco años. Y leí de inmediato su expresión, estaba maldiciendo en su interior porque se dio cuenta de que estaba aún más apuesto que antes.

KEIRA: ¿Qué? Yo no pensé eso. En realidad, creí que tú eras su hija y pensé <<Se ve saludable, feliz. Tengo que alegrarme por él>> aunque la verdad, dolió creer que tenía una hija y no era conmigo. Lógico. Era el amor de mi vida y había imaginado todo con él.

La mirada de Damon se enternece. Los ojos se le iluminan.

DAMON: Ya, hablaré en serio esta vez. Cuando la volví a ver... Me quedé helado. Sentía que la seguía amando, incluso más, como si el tiempo no hubiera pasado nunca. Y estaba como <<maldición, no podría olvidarla, aunque me borrasen la memoria>>, la tenía grabada en cada parte de mi cuerpo. Además, ¿Cómo olvidarla? Me encontró hecho pedazos, me ayudó a arreglarme y me devolvió la vida.

Keira acaricia la mano de su esposo por encima de la mesa.

Archivo: LiamPapá.mov

LIAM: Ah, sí. Lo que tenían... Lo que tienen, mejor dicho, siempre fue de otro mundo. A veces quería golpear a Damon ¿sabes? Tenía el amor que todos deseamos en la palma de la mano y no sé cómo, pero se le escapaba. O lo dejaba ir, supongo. Damon siempre fue bueno arruinando cosas. Una vez derribó la estantería del negocio donde trabajábamos, él...

MADDIE: Papá, me contaste esa anécdota trece veces. (Sonríe, tierna).

LIAM: Tienes razón. Es que fue asombroso. Todos soñábamos con sacar de quicio al jefe y él se dio el gusto. Keira lo estabilizó. Lo ayudó a mejorar. Al principio, lo veía y me preguntaba <<¿qué diablos hicieron contigo? ¿eres tú o te remplazó un alíen?>> (Maddie ríe). Los comienzos fueron caóticos, sí, pero míralos ahora. Toda una familia feliz.

Archivo: WilliamTíoKeira.mov

WILLIAM: Intentaba protegerla. Mi hermano murió y dejó a mi cuidado su tesoro más preciado. Ella siempre fue un rayo de sol en la vida del resto. Era común verla con una sonrisa, tenía las ideas claras. Una madrugada, de pronto, aparece Damon en la puerta de casa con una herida de bala en el brazo. Era una locura. El accidente fue la gota que colmó el vaso. Me aterré. Keira casi pierde la vida. Sí, me opuse, quería cuidarla (Hace un silencio de veinte segundos). No sé cómo lo hizo, pero ese desgraciado acabó ganándose mi cariño. Supongo que es gracias a Ethan y Emma. Adoro a ese par.