MADELEINE
El momento se siente totalmente ajeno, como si hubiese otra persona en mi lugar. Visité tantas veces este apartamento, que asumo extrañada las ganas repentinas de huir. Me pregunto si hice algo mal. Si acabó besándome porque lo provoqué de alguna manera.
—¿Por qué hiciste eso? —me pongo de pie, aferrando una mano al largo tiro del bolso que mantengo colgado a un hombro. Siempre me consideré una prodigio escondiendo emociones, sobre todo el enfado. No me agradan las confrontaciones. Pero esta vez, no soy capaz de mantenerme al margen—. ¿Owen? —vuelvo a llamar su atención y doy unos cuantos pasos hacia atrás al verlo levantarse del sillón.
—Lo siento —larga en un susurro. Está descolocado. Trato de suavizar la expresión al notar que está aún más asustado que yo—. Eres la primera... La primera chica que dice esas cosas sobre mí. Nunca nadie... Mierda, lo siento —vuelve a disculparse y retoma la posición anterior, dejándose caer en el sofá.
Trago saliva, intentando comprender.
—Eso no te da derecho a besarme —dejo en claro, su actitud impulsiva de verdad me molestó, aunque de inmediato me siento mal por ser tan dura. Sin embargo, propongo mantenerme firme y no dar el brazo a torcer. Briana me lo aconsejó alguna vez y por alguna razón sus palabras quedaron adjuntadas en mi mente.
Doy un paso al costado, lo esquivo y emprendo a caminar hacia la puerta. No puedo seguir aquí.
—Me gustabas, Maddie. Al principio, cuando empezaste a venir... Me parecías linda y amable, no me intimidabas como el resto —explica, dejándome helada—. Luego supe que Tyler estaba loco por ti y cerré la boca. Y ahora... Me dejé llevar —habla y tras aquello lo escucho suspirar con pesadez, caminando tras de mí—. Podemos... ¿Podemos solo olvidarlo? —pide, al mismo tiempo que coloco la mano en el picaporte, decidida a marcharme. Me tomo un segundo para considerarlo—. Fue un error.
—Lo voy a pensar —contesto, porque ahora mismo soy un caos de contradicciones. Por un lado, continúo enfadada por su atrevimiento y por otro, conozco a Owen, sé que es un buen chico y comprendo que cualquiera puede equivocarse.
Así, con una sensación amarga revoloteando en mi estómago, camino a la residencia. Durante el trayecto, empiezo a rememorar detalles con respecto a Owen y sus actitudes extrañas. Las salidas de a cuatro. Él y Tara discutiendo constantemente. La pelea con los estudiantes de música, donde quisieron atacarlo y Tyler lo defendió. Mike, el chico con el que Tara tiene una aventura, estaba involucrado. Los repentinos cambios de ánimos y, por último, el encuentro que tuve con Tara a la entrada del edificio.
Eso es.
Owen y Tara tienen algo. Ella es la chica que le dijo <<eres demasiado bueno para mí>>.
Mi amiga.
No sé si quiero que sepa todo lo que acaba de pasar. Sería incómodo. ¿Y sí en realidad sí le gusta Owen y saber que él me besó lo arruina todo? Empiezo a considerar los posibles daños que aquellos estúpidos dos segundos –lo que duró el beso- podría causar y me acobardo.
<<Tranquila. No tomes decisiones apresuradas. Piénsalo bien>> digo a mí misma. Y otra vez, desearía tener el tipo de carácter que no teme afrontar una discusión. Yo sí lo hago. Nada me da más miedo que poner el mundo patas para arriba y perder la estabilidad.
☽♡☽♡☽♡☽
Las cosas se Briana aún permanecen en la habitación. Se ha llevado unas tantas, pero su lado todavía le pertenece. Siempre fui bastante rehacía a los cambios. No quiero otra compañera de habitación. Briana tiene su carácter, pero es la mejor. Podíamos quedar hasta muy tarde en la madrugada conversando, intentando memorizar sus consejos para aplicarlos a futuro. No es agradable que se marche, pero me alegra pensar que así, será más feliz.
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Dulce tentación [#3]
Roman pour AdolescentsÉl la ve como su mejor amiga. Ella lleva años enamorada de él. Él dibuja. Ella escribe. Y el maravilloso arte del amor, los une; aunque todavía no lo sepan. ☽ Tyler Montclair ha aprendido que nunca es tarde: Nunca es tarde para ir a la universidad...