MADELEINE
—Estaba pensando en nosotros —respondo, luego de que Tyler notara en mí un rasgo de ausencia. No importa que tan feliz pueda estar con respecto a la realidad, siempre acabo teniendo esos ratos donde mi mente simplemente se aleja del mundo para aislarse en otro propio.
—¿Y puedo saber qué pensabas de nosotros? —continúa preguntando, entre dulce y divertido.
—En lo que hablábamos ayer, sobre las etiquetas —traigo al presente la conversación que tuvimos cuando surgió la pregunta "¿qué somos?". Ninguno supo cómo definirnos y yo no dejé de pensarlo—. Creo que deberíamos tomarlo con calma —sigo, aunque no estoy totalmente segura. El problema es que aún no asumo por completo la idea de Tyler y yo, juntos. Esperé tanto por esto. Lo imaginé cientos de veces, pero nunca creí que llegaría a pasar.
Empecé a descubrir lo que significa estar con alguien de quien realmente estás enamorada.
No soy la misma chica en preparatoria que salía con Riley, a quien besaba las tardes después de clases y las esporádicas noches que salíamos de fiesta, pero nunca subíamos de nivel. Es diferente con Tyler, porque siento que lo quiero todo: Lo malo y lo bueno, lo desconocido, los riesgos.
Lo que siento es tan arrasador que me causa miedo. Un temor, que, supongo, es natural. Todos tememos a lo desconocido.
—Quiero decir, me encanta estar contigo. Estoy... Me siento feliz. De verdad —retomo el habla y trato de explicar, aunque no consigo poner lo que me pasa en palabras. Me enredo.
—Tranquila —pasea sus ojos a través de mi rostro y sonríe con calma—. Tomate tu tiempo. Estoy escuchando —asegura, a la vez que juega con los mechones de mi cabello desparramados sobre sus piernas que utilizo como almohada, mientras el resto de mi cuerpo descansa en el extenso sofá.
Inspiro hondo antes de volver a hablar.
—Sabes que siempre fui muy reservada con mi vida, en general —adelanto, él asiente—. Pero de pronto tengo ganas de contarle al mundo lo que tenemos y al mismo tiempo, siento que no deberíamos decirle a nadie, porque las cosas en secreto, no lo sé... Salen mejor —explico la teoría que a duras penas alcanzo a comprender. Cualquiera en su lugar huiría, pero Tyler sigue ahí. Busco su mano y juego tontamente con ella—. ¿Entiendes? No quiero que nadie arruine esto —aclaro, resumiendo el embrollo que acabo de crear.
—No voy a dejar que nadie arruine esto —da por hecho, aportándome una enorme cuota de seguridad—. Pero sí quieres que nadie lo sepa, por mí está bien. Entiendo que quieras ir con calma —agrega y me quedo mirándolo como si estuviera hipnotizada. Él sonríe. Luego frunce el ceño, confundido pero adorable—. ¿Qué pasa?
—Nada. Es que siente bien cada vez que dices que me entiendes —digo con una pequeña cuota de vergüenza. Apenas comienzo a acostumbrarme a ser tan expresiva con él. Me he puesto una meta, que pretendo cumplir, aunque me cueste: se trata de ser yo misma y no esconder mis sentimientos. No con él.
☽♡☽♡☽♡☽
Busco a Briana entre el montón de mesas aglutinadas en el comedor. Sé que no le agrada mucho estar entre tanta gente –en eso nos parecemos- pero sí le agrada la comida que sirven los viernes. Tenía esperanzas de encontrarla aquí, después de una semana entera sin verla. No duerme en la habitación y he notado que faltan algunas de sus cosas, supongo que las recogió cuando me encontraba en alguna clase. Han dicho que no tengo que preocuparme, que volverá pronto. Sin embargo, lo que pasó entre nosotras aún me atormenta. Me gustaba la amistad que empezábamos a construir.
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Dulce tentación [#3]
أدب المراهقينÉl la ve como su mejor amiga. Ella lleva años enamorada de él. Él dibuja. Ella escribe. Y el maravilloso arte del amor, los une; aunque todavía no lo sepan. ☽ Tyler Montclair ha aprendido que nunca es tarde: Nunca es tarde para ir a la universidad...