Kim Young Mi.
Me levanté de mí cama y comencé a cambiarme con el uniforme escolar como hacía todos los días. Apurada desayune un pan tostado con mermelada y salí de mi casa colocándome una bufanda para cubrirme del frio mientras montaba mi bicicleta.
La brisa fría de todas las mañanas golpeaba mi rostro provocando que sintiera la nariz fría y echara mi cabello hacía atrás violentamente. Al menos mi cuello estaba resguardado del frio por la gruesa bufanda blanca que llevaba puesta. Todos los días montaba a bicicleta hasta el colegio privado en el cual había sacado una beca completa por mis buenas notas. Tristemente la preparatoria no es lo mejor del mundo, o al amenos no para mi. La razón por la que la preparatoria es y siempre será mi peor etapa, tiene nombre y apellido.
Park JiMin...
Él chico del cual tristemente termine enamorándome...
La primera vez que entre al colegio, rece toda la mañana para que tuviera un excelente día además de poder hacer amigos, sin embargo; todo se fue a la basura gracias a una palabra que me ha distinguido de todos en aquel colegio privado, "la pobreza" Según ellos no soy digna de utilizar su uniforme, ni de sentarme en sus pupitres y ni mucho menos comer de su comida. Al no tener el suficiente dinero para pagar la colegiatura me he ganado mucho enemigos por un motivo tan estúpido. Mi madre trabaja como asistente de limpieza en un jardín de niños. Con el dinero que gana apenas y alcanzamos para comprar la despensa de todo el mes y para pagar los recibos del consumo del agua, gas e internet para mis tareas del colegio.
Park JiMin siempre me recuerda mi lugar, exclamando que yo no soy digna de nada en ese colegio, por esa razón me tratan como basura, sin embargo mi madre siempre ha dicho:
"Baba dice que amemos a nuestros enemigos sin importar que sean pecadores"
Esas palabras me reconfortan todos los días, cada vez que Park JiMin me agrede, recito esas palabras en mi mente mientras tomo con fuerza el collar de cruz que mi madre me había regalado a los cinco años. Mi fe nunca a decaído y espero y no lo haga.
La chirriante cadena de mi bicicleta interrumpió mis pensamientos en seco provocando que bajara la velocidad de la misma. Soltando un bufido baje de esta al ver que la cadena se había roto. No pude evitar pensar en lo costosa que sería la cadena. Sin embargo mi fe hablo:
—Baba proveerá —musite con fe comenzando a llevar la bicicleta por las manillas.
Tarareando una canción que había escuchado en el coro de la iglesia seguí mi camino con tranquilidad. No iba tarde así que podía tomarme mi tiempo.
Después de unos minutos llegue a una de las calles del colegio. Esperando a que dejaran de pasar los autos me detuve esperando pacientemente. Un auto llego a mi lado, ni siquiera tuve que darle una ojeada al antes nombrado ya que sabía perfectamente de quien se trataba. El auto de Park JiMin se encontraba alado de mí, y como era de esperarse la ventana del auto bajo mostrando al pelinegro con sus tres amigos dentro del auto.
ESTÁS LEYENDO
PECADORES. | PJM | BTS | +18 LIBRO 1 ©
Teen Fiction[COMPLETA] Una chica religiosa, tímida e inocente que cae en garras del pecador de su hermanastro... Park jiMin, el chico que se encargó de humillarla en la preparatoria, y que se encargara de perturbar y pervertir la mente de la chica religiosa. ...