Capítulo 6.

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Kim Young Mi

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Kim Young Mi. 

—¿Lamer? —pregunté ceñuda, JiMin asintió en respuesta—. ¿Qué tengo que lamer exactamente?

—Te lo mostraré, no te asustes si es grande es totalmente normal —dijo por lo que yo asentí en respuesta.

JiMin se levantó de la cama a lo que yo también lo imite. Realmente estaba preocupada, era una preocupación genuina por el simple hecho de no saber qué demonios pasaba con el azabache. Estaba, asustada, preocupada y con la incertidumbre a flor de piel. No pude evitar maldecir en mi mente al no tener ningún conocimiento básico sobre lo que estaba pasando.     

Ahora tenía claro que lo que había sentido recorrer mi zona baja era la excitación que aún no sabía de qué trataba pero ya había escuchado esa palabra en algún lugar, definitivamente tendría que buscar en google más tarde. 

Dejando que mis pensamientos fluyeran, me dispuse a mirar a JiMin el cual mantenía los ojos cerrados mientras frotaba su cien con la yema de sus dedos. No pude evitar recorrer su cuerpo con la mirada y no me sentí culpable al hacerlo, asumia que era normal o que no tenía nada de malo. 

Su cuerpo estaba ejercitado, a pesar de que era delgado su cuerpo estaba marcado mostrando las horas de ejercicio cobrar factura de una buena manera. Su piel era blanca y los tatuajes que decoraban su piel le daban un aire misterioso y a la vez despreocupado, como si los tatuajes fueran de lo más normal para él y no como para las demás personas, que seguían creyendo que las personas con tatuajes eran más que criminales, cosa que era totalmente falsa.  

Pronto mi mirada bajó a sus boxers encontrándome con un bulto acentuado en su entrepierna. Mis ojos se abrieron de la sorpresa, así que de eso se trataba lo que había sentido, pero lo más confuso era que eso había estado sumamente duro como si de una roca se tratase —bueno exagero, pero lo parecía—, la dureza era inquietante y más al no saber con exactitud el porque se devia. 

Finalmente la mirada de JiMin se encontró con la mía, este mantenía una mirada firme, sin contar que ahora su mirada estaba oscurecida de una manera exorbitante. 

Con pasos lentos me acerque al pelinegro, el cual en ningún momento desvió la mirada. No pude evitar sentir un revuelo en el estómago al estar con el chico que me gusta. Era extraño el hecho de estar juntos sin yo salir herida y realmente no podia parar de decirlo, me parecia que era increíble lo que estaba pasando. Nunca imagine que JiMin y yo tendríamos tanta cercanía en un abrir y cerrar de ojos, y realmente me preocupaba el hecho de que aquella cercanía se perdiera. 

Finalmente llegué frente a JiMin, a pesar de que me sacaba una cabeza de altura, no me sentí abrumada como otras veces, si no me sentía decidida a ayudar. 

—Aún no entiendo lo que quieres decir con lamer —confesó apenada—, pero estoy decidida a ayudarte. No quiero que sufras por mi curiosidad, realmente no lo sabia y te pido disculpas. 

PECADORES. | PJM | BTS | +18 LIBRO 1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora