[COMPLETA] Una chica religiosa, tímida e inocente que cae en garras del pecador de su hermanastro...
Park jiMin, el chico que se encargó de humillarla en la preparatoria, y que se encargara de perturbar y pervertir la mente de la chica religiosa.
...
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MARATÓN 3/3
NOTA DE LA AUTORA: LEAN LA NOTA DE LA AUTORA AL FINAL, LES ANUNCIARE UNA SORPRESA NO TAN SORPRESA JSJS QUE HABÍA ESTADO PREPARANDO PARA USTEDES Y QUE YA ALGUNAS ESTAN DISFRUTANDO :)
ADVERTENCIA: EN ESTA NOVELA NO SE PROMIEVE NINGÚN COMPORTAMIENTO DE SUMISION SEXUAL A MENOS QUE TE GUSTE PRACTICARLO, SI NO ES ASÍ SE RECOMIENDA DISRECIÓN ADEMÁS DE QUE EL COMPORTAMIENTO DEL PERSONAJE NO ES NINGÚN EJEMPLO PARA REGIRSE, SIN TENER NADA MÁS QUE DECIR, DISFRUTEN DEL CAPÍTULO.
Kim Young Mi.
Con entusiasmo mire la hora en mi teléfono este marcaba las ocho de la noche justamente y sin esperarlo salí de mi habitación caminando unos cuantos pasos hacía la suya.
Después de lo sucedido en el cuarto de la piscina, regrese a mi habitación y me dispuse a tomar una ducha con el fin de que el dolor en mi zona se esfumara al mantener la mente en otro lado, sin embargo mis intentos fueron en vano ya que cada vez que me sentaba sentía mi zona húmeda y dolorosa cosa que me extraño era la primera vez que sentía ese dolor.
Finalmente llegue frente a su puerta y sin esperarlo toque con mis nudillos la madera y en cuestión de segundos esta fue abierta por la persona encargada de acelerar mi corazón.
JiMin me dedico una sonrisa antes de recorrerme con la mirada.
—Eres demasiado puntual Young Mi, eso habla bien de ti —le dedique una sonrisa nerviosa por respuesta, debí de al menos llegar dos minutos tarde—. Adelante.
Y sin más me adentre a su habitación, la cual estaba semi iluminada con velas dando una luz amarillenta que se me hizo de los más lindo.
Con una sonrisa mire a JiMin y este cerro la puerta detrás de sí antes de acercarse a mi tomar mi cintura entre sus manos atrayéndome a él.
—Quiero aclarar algo —declaro mientras que con una de sus manos pasaba un mechón de mi cabello detrás de mi oreja—. Lo que hacemos está bien porque lo hacemos rezando, ¿De acuerdo? Así que no puedes preguntarle a tu madre, ni mucho menos pedirle que te castigue con esos actos medievales por tener pensamientos pecaminosos. Tu eres libre de pensar lo que quieras, y eso implica el tener pensamientos sexuales. Tienes derecho a tener una educación sexual y yo estoy dispuesto a mostrártela y a practicarla contigo.
Mis ojos brillaron ante sus palabras. El hecho de que por fin mis preguntas eran respondidas me hacían soltar suspiros de alivio, ahora todo era más claro en mi mente, y por fin podia proseguir sin miedo, sin temor o sin vergüenza. Ahora sabia que estaba bien.
— ¿De verdad me enseñaras? —pregunté ilusionada, JiMin asintió mientras acariciaba mi mejilla.
—Quiero que tengas conocimiento, no quiero que nadie se aproveche de tu inocente ser —susurro—. Ahora yo tengo el poder, no te pido que abandones tus ideales ni tu religión, solo te pido que seas más flexible.
