[COMPLETA] Una chica religiosa, tímida e inocente que cae en garras del pecador de su hermanastro...
Park jiMin, el chico que se encargó de humillarla en la preparatoria, y que se encargara de perturbar y pervertir la mente de la chica religiosa.
...
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MARATÓN 2/3
CONTENIDO +18
SORPRESA AL FINAL DEL MARATÓN.
Young Mi.
— ¿Saldrás? —le pregunte a mi madre mientras que bebía de mi vaso de agua. Mi madre asintió en respuesta provocando que me aclarara la garganta.
Después de lo sucedido con JiMin en la iglesia, cuando el me pidió que rezara una idea surgió en mi mente.
¿Él me había pedido que rezara porque lo que hacíamos no estaba mal?
Después de que me pregunte eso estuve dispuesta a preguntárselo, sin embargo después de salir de la iglesia se marcho con sus amigos dejándome sumida en las preguntas sin respuestas que surcaban mi mente.
Por lo que la mejor opción era preguntárselo a mi madre, y este era mi momento. Ya había pasado un día, hoy era fin de semana por lo que JiMin no se encontraba así que una vez más mi madre tendría que responder a mis dudas.
—Bueno antes de que te marches —comencé con nerviosismo, mi madre ni siquiera me miro se encontraba revisando algo en su bolso—. Me gustaría preguntarte algo que desde ayer me intriga. Y realmente necesito respuestas así que...
—Cariño, ¿Podemos hablarlo otro día? Estoy sumamente apurada, no encuentro mi labial —dijo conmocionada.
Mi ceño se frunció, ¿Desde cuando mi madre se maquillaba?
Ella siempre me decía que el maquillaje solo era para prostitutas, ¿Cuándo ha cambiado de opinión?
—Es solo una pregunta rápida, no te tomara ni cinco minutos...
— ¡Lo encontré! —exclamó aliviada—. Dile a las mujeres del servicio que te preparen algo, contrataron a un chef que cocina delicioso así que tomate la libertad de pedirte lo que quieras —dejo un corto beso en mi frente—. Nos veremos en la noche, saldré con tu padrastro.
Y dejándome con un mal sabor de boca se marcho.
Genial ahora estaba sola en el caserón y para colmo con más preguntas. Soltando un suspiro exageradamente fuerte, me decidí por encaminarme hacía mi habitación. Aunque sabia que no estaba sola por las trabajadoras que aún se encontraban aquí, aún así me sentía sumamente desolada, aburrida e incomoda por no poder tomarme la libertad de recorrer el caserón. Aunque yo vivía aquí aún me resultaba incomodo estar deambulando por los pasillos de la casa.
Soltando un suspiro llegue a la estancia y fue ahí cuando una brillante idea surco mi mente.
Esta casa tenía una piscina a climatizada, no había nadie en casa por lo que podia darme una sumergida sin que nadie se diera cuenta.
