[COMPLETA] Una chica religiosa, tímida e inocente que cae en garras del pecador de su hermanastro...
Park jiMin, el chico que se encargó de humillarla en la preparatoria, y que se encargara de perturbar y pervertir la mente de la chica religiosa.
...
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Young Mi.
— ¿Poseerme? —pregunte confundida mientras que trataba de alejarme de él, obteniendo por respuesta que me estrechara más en su cuerpo.
Jungkook soltó una risa nasal antes de tomar mis muslos entre sus piernas y obligarme a enrollar estas en sus caderas. En cuanto ejecuto aquel acto, no pude evitar tratar de soltarme de su agarre, pero ahora el me estaba sosteniendo y si me dejaba caer por alguna extraña razón me daba miedo aquella idea. Por lo que no lo dude y me aferre de sus hombros, no tenía ni idea de que los jacuzzi fueran tan hondos o era yo que estaba muy asustada.
Jungkook apretó con lentitud mi trasero provocando que un jadeo de la sorpresa abandonara mis labios, y que al estar en aquella cercanía peligrosa, sentí como refregaba su sexo en mi feminidad, sintiendo un bulto endurecido hacer presión en mi feminidad.
—Quiero follarte, Young Mi —gruño mientras que juntaba nuestras frentes tratando de contenerse o algo parecido, yo por mi parte trague duro. Conocía a la perfección esa palabra, por lo tanto sabia lo que conllevaba.
— ¿E-Ese es tu trato? —pregunte titubeante, Jungkook me tomo por el cuello y dio un leve apretón provocando que un gemido escapara de mis labios al sentir una corriente eléctrica recorrerme de pies a cabeza y un cosquilleo en el estomago, Jungkook soltó una risilla.
—Sabía que te gustaba que te tomaran del cuello, justo así —y volvió a apretar provocando que otro gemido escapara de mis labios y que mi pelvis se moviera hacía su entrepierna en búsqueda de más cercanía por acto reflejo. Aquella acción logro que Jungkook soltara un gruñido y que me tomara con más fuerza—. Eres una pervertida, una completa y autentica pervertida.
—Yo... Yo —comencé a decir sintiendo como mi zona comenzaba a doler. Con fuerza cerré mis ojos tratando de no sentir más aquella sensación que me estaba haciendo moverme en contra de mi voluntad, si seguía así mi cuerpo cobraría vida convirtiéndose en un ser irracional.
—Este es el costo de mi silencio, ¿Trato? —preguntó mientras que presionaba su miembro en mi feminidad provocando que soltara un jadeo.
—Si lo hago, ¿Me juras que JiMin jamás se enterara? —pregunté sintiéndome debilitada, JungKook llevo sus manos hacía el calzón del bañador y sin esperarlo lo destrozo provocando que mis ojos se abrieran como platos.
—Es parte del trato —respondió con la voz ronca, tragando duro comencé a mirar a nuestros alrededores para cerciorarme de que nadie estuviera viéndonos.
—Yo...
Y justo cuando iba a responder, un teléfono comenzó a repicar llamando nuestra atención. Jungkook soltó un gruñido en protesta y a regañadientes me soltó saliendo del jacuzzi en búsqueda de su móvil, sin poder evitarlo observe su entrepierna percatándome del gran bulto que decoraba la misma.
