felicidad

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-Muy bien entra ya.- dijo Porco abriendo la puerta de su casa.

Reiner entró nervioso, nunca antes había visitado la casa de Porco, no sabía cómo reaccionar, era muy linda, muy organizada, parecida a la suya.

-Vives solo?- preguntó Reiner.

-Por ahora, hasta que mi novio decida mudarse.- dijo Porco guiñandole el ojo a Reiner.

-Entonces espérame aquí, vuelvo en una hora.- dijo Reiner.

Ambos se rieron por un rato.

-Bueno grandulon, tienes hambre? Cocinare algo.- dijo Porco.

-Si tengo hambre,yo te ayudo amor.- dijo Reiner.

-No, eres mi invitado, siéntate y charlemos mientras cocino, hace rato no recibo a alguien y no quiero dejarlo esperando en otra sala.- dijo Porco.

Reiner obedeció a su rey y se sentó cerca al mesón de la cocina, Porco se puso un pequeño delantal y se puso a cocinar.

-Parece un sueño que estés al frente mío con un delantal puesto cocinando para mí.- dijo Reiner riéndose.

-Claro, nunca pensé que el amor de mi vida me viera cocinar, el chico que siempre me hacía girar la mirada para contemplarlo, ese hombre de cabello amarillo, fornido de bonitos ojos y bonita sonrisa- dijo Porco sonrojado y feliz.

-Ese chico que tú piensas jamás pensó que tú le corresponderías, él te quiere mucho y siempre ha sido así, desde pequeño en los entrenamientos siempre te observaba de cerca aunque pensaba que tú lo odiabas, hasta en la misión mientras luchaba con demonios él siempre pensaba en ti, ya que ese amor nunca se fue y jamás se irá, y cuando volvió se sorprendió de lo guapo que te pusiste.- dijo Reiner siguiéndole el juego a Porco.

-Bueno, parece que siempre fuimos hechos el uno para el otro sin saberlo no? Que raro es el amor, te destroza por dentro porque no entiendes cuando es el momento de asumirlo y dejarlo salir, lo niegas y lo intentas cambiar, porque piensas en la opinión de los demás y en que tus sentimientos por esa persona no serán correspondidos, pero, cuando son correspondidos y el amor es mutuo, es la mejor sensación que puede sentir un ser humano y ahí es cuando deja de importar lo que digan los demás y nos hacemos más valientes para asumirlo y gozarlo.- dijo Porco dejando salir todo lo que pensó todo esté tiempo.

-Uno de los dos dejó salir lo que sentía y ahora estamos aquí.- dijo Reiner recordándole quien fue el valiente primero.

-Callate y ven aquí grandulon.- remató Porco.

Reiner se levantó y agarró a Porco de la cintura, lo besó por un largo rato, la carne que estaba haciendo se estaba quemando pero no importaba, él quería comer otro platillo más delicioso que ese, Reiner levantó a Porco y lo recostó en el sofá mientras lo besaba, le quitó la chaqueta y la camisa dejándolo con torso desnudo, Porco hizo lo mismo que Reiner y ambos se siguieron besando, ninguno podía apartarse, su sueño se estaba haciendo realidad, Reiner empezó a tocar la verga de Porco por encima del pantalón, antes de continuar, Reiner preguntó:

-Quieres hacerlo?-

Porco estaba demasiado excitado y a modo de respuesta asintió con la cabeza, Reiner empezó a desabrochar su pantalón y bajó la cremallera, empezó a bajarle poco a poco los calzones y por fin salió lo que Reiner estaba muerto por ver, lo empezó a manosear de arriba hacia abajo mientras lo besaba y le lamía el cuello a Porco, Reiner siguió lamiendo el pecho de su novio bajando lentamente, Porco gemia de placer.

Reiner llegó a la meta y empezó a lamerlo de arriba hacia abajo con fuerza, Porco seguía gimiendo de placer, no pares- decía Porco, Reiner siguió haciendo su trabajo dándole placer a su novio, se bajó el pantalón y empezó a masturbarse mientras seguía con la boca llena, gemían y gemían de placer, después de unos minutos haciéndolo, Porco se apartó y empujó a reiner hacía el sofá acostandolo boca abajo, empezó a lamer su entrada mientras Reiner daba gemidos de placer.

-ah, que rico.- decía Reiner mientras Porco le metía el primer dedo en su entrada.

-Te gusta zorrito?- dijo porco.

-Callate y entrá.- rogaba reiner.

Porco se puso de pie y empezó a meterla, muy despacio, Reiner gritó del dolor apretando su entrada, Porco le empezó a dar un par de nalgadas mientras entraba y salía, seguía aumentando su fuerza ignorando los gemidos de Reiner, no tuvo piedad con él.

-ah, dame más dame más- decía Reiner extasiado por el momento mientras Porco lo embestia.

-tus deseos son órdenes amor.- dijo Porco mientras le empezaba a dar con todas sus fuerzas gimiendo de placer.

-Ah,ah,ah,ah, sigue, sigue- decía reiner sudando y disfrutando del momento.

Porco siguió embistiendo el trasero de Reiner por un largo rato, le daba nalgadas y besos a Reiner por todos lados.

-Ah, Reiner me voy a correr.- dijo Porco.

-Ah, hazlo amor.- dijo Reiner.

En ese momento Porco culminó el momento y se corrió dentro de Reiner, Reiner sentía a su pareja marcando su territorio dentro de él, ambos compartieron el orgasmo y quedaron muy cansados.

-Eso estuvo delicioso grandulon, me alegra que seas el primero con el que hago esto- dijo Porco susurrandole al oído mientras estaba encima de reiner y lo abrazaba en el sofá.

-Lo mismo digo Porco, eres el primer hombre con el que lo hago, estuvo delicioso.- dijo Reiner debajo del cuerpo de Porco.

-Nunca te vayas, mañana te vienes a vivir aquí, amor, grandulon, bebé, mi Reiner, mi querido reiner.- dijo Porco abrazando a su novio con todas sus fuerzas.

-Nunca me volveré a ir de tu lado porco, pase lo que pase, eres y siempre serás el amor de mi vida, Porco galliard quiero compartir mi vida contigo- dijo Reiner rendido por la fuerza de su novio.

Ambos quedaron cansados sin moverse por un rato desnudos en el sofá, ninguno quería alejarse del otro, era su momento, había que aprovechar cada segundo.

-Tienes un lindo cuerpo porco.- dijo Reiner poniendo su cabeza en el hombro de galliard.

-Tu me ganas grandulon.- dijo Porco sonrojandose y tocando la espalda y cintura de Reiner lentamente.

-Quieres venir a bañarte conmigo?- dijo Reiner.

-Vamos mi Reiner hermoso.- dijo Porco aún extasiado de lo que acabó de pasar.

Porco se levantó y apagó la estufa con la carne hecha ceniza y luego ambos fueron al baño desnudos y se empezaron a duchar, se abrazaron mientras el agua caía sobre ellos, ninguno se movía, solo disfrutaban cada segundo de la compañía del otro, se empezaron a besar de nuevo por un largo rato hasta que se quedaron sin aire, después de que se separaron, ambos se miraron fijamente y solo salieron dos palabras de sus bocas al mismo tiempo para recordarse lo que sienten.

-Te amo porco.-

-Te amo Reiner.-

luz al final del túnel (gallirei, porcoxreiner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora