CAPÍTULO 8

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2040

- Es algo crudo de oírlo, pero entendible. No querías que las cosas fueran más complicadas de lo que ya eran. - Greta asintió
- Las cosas se pusieron más complicadas y jodidas un tiempo después. - baje la cabeza - Queríamos encontrar una forma de terminar las cosas, pero seguir teniendo esa relación íntima en la que nos buscábamos cuando necesitábamos hablar y no entendíamos que nosotros nunca podríamos ser amigos. Ella merecía más y yo tenía que hacer las cosas bien.
- ¿Hacer las cosas en qué sentido papá? - pregunto Frida
- Hacer funcionar mi matrimonio o separarme.
Quedo en silencio un momento recordando bien los detalles de ese fatídico día
- Hubo una mañana en la que los únicos que se encontraban en la casa éramos Emily y yo. Era temprano y todos se habían ido. Creí que ella también hasta que salí de mi habitación y la escuché llorar. Recuerdo que no hice más que abrir la puerta sin siquiera golpear y ella levanto la vista y corrió a mis brazos. Intenté calmarla, pero lo único que repetía es que estaba fallando y no entendía a que se refería. La abracé por largo rato y una vez calmada le dije la maldita frase de "podemos aprovechar y puedo hacerte sentir bien"
- ¿Por qué maldita? Yo habría hecho lo mismo.
- Porque ese día murió tu abuela Stella y fue por nuestra culpa.
Las tres quedaron en shock. Greta hizo a un lado a Helena y se enderezo en su asiento.

- Cuando empezamos esto nunca pensé que todo sería tan jodido - murmuró Helena – necesito un cigarro – anunció levantándose.
- Ya sabes las reglas – regañe y ella bufo como lo hacía su madre, resignada volvió a tomar asiento
- Mierda, entonces continua.

11 de junio de 2014

Emily estaba relajada. Sonreía y dejaba que la mimara. Pero ambos teníamos cosas que hacer
- Un beso más y me voy
- Eso dijiste hace media hora- sonrió empujándome
- Vamos, me vas a decir que no me extrañaste…-reí tirando de ella más cerca. No me pudo responder con una de sus frases ingeniosas. La puerta se abrió y ambos nos tensamos. Stella entro buscando algo en su bolso
- Emily, no viste mi…-su mirada se levantó cuando noto unos pantalones tirados en el suelo- ¿Qué? - sus ojos abiertos en su totalidad dejaron en claro lo shockeada que se encontraba.
- Puedo explicarlo Stella- mi rostro giro por la bofetada que no vi venir dejando a Emily muda.
- ¿Qué vas a explicar? ¡Estas en la cama con mi hija, y no es con la que te casaste y tuviste dos hijas! - giro centrándose en Emily - ¡Y tú! ¿Como le pudiste hacer esto a tu hermana? Que siempre se preocupó por ti…
- ¿Qué ella se preocupó por mí? No me hagas reír mamá, ambas sabemos que no es así. Siempre fue al revés. Las dos salvando a Victoria de su mierda- pero Stella no entra en razón.
- Eres una sinvergüenza. Ambos lo son, que no respetaron la casa.
- Mamá por favor si me dejaras hablarte
- ¡Que decepción Emily, Dios mío que decepción!
- Mamá…- Emily se acercó, su cuerpo envuelto con la sabana- no lo buscamos. Jamás quise que esto pasara
- No quieras justificarte ahora cuando los vi. ¿Hace cuánto que esto ocurre bajo mis narices? - llora Stella- Que decepción Emily, tú eras la luz de mis ojos.
- Mamá tranquilízate-susurra
- Mi orgullo más gr-grande…
- ¿Mamá que tienes? - oigo gritar a Emily. Volteo y la veo tirada en el suelo - Mamá vamos no me asustes ¿que tienes? - chilla - ¡llama a una ambulancia Octavio! - grita llorando cuando me acerco para ayudar. Limpia sus lágrimas y la veo comenzar el proceso de reanimación cardiopulmonar - mamá vamos, no me dejes justo ahora. ¡Vamos mamá dime que estas bien!
Los quince minutos que tardo la ambulancia yo presencie como Emily presionaba sin cesar el pecho de Stella. No dejo que cambiáramos para que ella descansará. Cuando los paramédicos llegaron tuve que hacer a un lado a Emily a pesar de que no quería.
- Lo lamento…-empieza uno de los médicos
- ¡NOOO! - grita- ¡No te puedes morir mamá! Tienes que reaccionar - mis brazos rodearon su cintura cuando quiso abalanzarse sobre el cuerpo de Stella - ¡No me puedes dejar en este momento por favor! - grito con un sinfín de lágrimas en sus ojos - ¡Sigan haciéndole rcp por favor!
- Emilymurmuré
- Suéltame Octavio – exigió, pero no lo hice- exigió. Volteo su rostro, ojos furiosos y llorosos me miraron- déjame ir Octavio- murmuró derrotada. Y a pesar de que no quería soltarla, lo hice.
La vi abrazar y llorar la partida de Stella. Mis propias lagrimas salieron cuando caí en cuenta lo que sucedió. Mis rodillas se aflojaron terminando en el suelo avergonzado por la verdad.
Fue mi culpa.
Stella murió porque no pude mantenerme alejado de Emily.

Encadenado a Ella© (Serie Encadenados : LIBRO I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora