19 de febrero de 2020
La policía dijo que se encargaría de todo, que fuéramos a casa y esperáramos la llamada de ellos, aunque para ellos el caso estaba resuelto. Victoria le había disparado tres veces a Emily para luego dispararse en la cabeza.
No podía creerlo todavía.
Beatrice, Belén, Owen y Salvador estaban cerca. Nadie decía mucho y tampoco había mucho que decir. Mis manos, fuertemente presionadas sobre el anillo que hacía tanto le había dado a Emily. Mi vista se dirigió al ventanal, el sol escondiéndose en el horizonte.
No era así como pensé que serían las cosas al atardecer.
- Octavio – insistió Belén luego de nombrarme varias veces.
- Hay que hablar con la wedding planner. Contarle los motivos por los que no habrá boda.
- Ya lo hice. – suspira – no puedo hacer que Helena coma.
- En la heladera debe haber...
- Ya busqué – me corto antes de que siguiera – Emily... no dejo leche materna. Debe haber pensado... - se detuvo, pero no hizo falta que explicara nada.
Debió haber pensado que estaría ahí para amamantar a su hija.
Asentí y es cuando mis sentidos se aclararon.
Beatrice y Owen tratando de entretener a Frida y Aria.
Greta con su hermana Helena en brazos intentando calmar su llanto.
Salvador hablando por teléfono.
Todos con caras tristes, pero apoyándome en este momento.
Camine con paso lento, hacia la cocina donde Greta balanceaba a una inquieta Helena.
- Papá, intentamos darle de comer, pero no quiere. – veo el resto de lo que sería la comida para bebés en un plato sucio sobre la mesada y sobre el piso de la cocina. Sin dudas que Helena no quiere.
- Dámela – ordene y Greta me la tendió. El pequeño cuerpo de Helena se sacudía por los sollozos y gritos. – Hola mi amor – intente arrullarla
Salvador se acercó con rostro serio, todavía con el teléfono en mano.
- Tenemos que arreglar los detalles del velorio – anuncio y le dedique una mirada dura por tocar ese tema frente a Greta.
- Ya me encargué de eso Salvador, pero es bueno que finjas que eras del agrado de Emily – ironizo Beatrice entrando a la cocina. Beso la cima de la cabeza de Helena. Y se movió comenzando a organizar el desastre que había en este lugar. Ella le había dicho a Salvador lo que yo pensaba. No lo había visto en semanas, ni estaba invitado a la boda, pero cuando se enteró, apareció dándome su apoyo. Le agradecí, pero no pedí que estuviera acá. Y cuando intento empezar una escena al responderle me arrepentí de haberle abierto siquiera la puerta.
- Octavio es mi familia. ¿Usted que hace aquí?
Beatrice ignoro su pregunta y con una sonrisa sofisticada se giro y lo enfrentó.
- Es bueno que recuerdes eso ahora – finalizó y se centró en mi – puedes probar con leche de formula.
- Iba de salida a comprar algunas cosas, puedo traerla – se ofreció Owen.
Asentí agradecido y se fue.
Salvador permaneció serio y en silencio.
Frida y Aria estaban bastante calladas. Lo que me hizo dirigir mi mirada hacía ellas porque si no las escuchaba haciendo ruido, algún desastre había ocurrido. Los ojitos curiosos y una sonrisa esperanzada de mi hija me acogieron.
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Encadenado a Ella© (Serie Encadenados : LIBRO I)
Roman d'amourHay ocasiones en el que el primer amor no suele ser el amor de nuestra vida, ocasiones en las que necesitamos algo que nos motive a vivir, que nos haga sentir realmente con vida... quizás alguien nuevo. Octavio Frazer es un hombre apuesto, maduro...