21 de octubre de 2018
Había estado tan concentrado capturando para este matrimonio que no noté que mi celular había estado sonando. Aprovechando que mis clientes estaban ocupados vistiéndose y charlando decidí ver que sucedía.
Llamadas perdidas de Victoria y Emily llenaban la pantalla.
Algo malo había pasado.
- ¿Paso algo? - pregunte apenas ella respondió
- Tenemos que hablar. ¿En dónde estás?
- En el estudio. ¿Tu dónde estás? ¿Vas a decirme que sucedió? Tenía llamadas perdidas de Victoria también. - salvo la respiración de Emily no se escuchaba nada más.
- Le dije la verdad. - su voz se escuchó en un susurro bajo que logró erizar los vellos de todo mi cuerpo. La conocía. Ella no estaba bien
- ¿Qué cambió? ¿Dónde estás Emily?
- Estoy manejando. Iré y hablaremos.
- Emily – insistí
- Octavio, por favor- rogó y hubiera jurado que su voz se quebró un poco antes de que se recompusiera- No te lo diré por teléfono. No hables todavía con mi hermana. Esta furiosa, aunque prometió jamás alejarte de las niñas - antes de que pudiera agregar algo más, colgó dejándome totalmente confundido.
Una vez que la pareja se fue estuve libre por el resto del día, cosa que agradecí porque sea lo que sea que Emily tuviera que decirme sabía que me dejaría desconcentrado.
No tuve que esperar demasiado. Abrió la puerta con la confianza de haber estado en más de una oportunidad y cerró con la llave que le di aquella vez.
Su cabello estaba alterado como si hubiera estado tocándoselo mucho. Sus piernas cubiertas con sus clásicos y ajustados jeans oscuros, botas no tan altas y una chamarra de gran tamaño.
Seguía tan hermosa como siempre.
Antes de que pudiera siquiera hablar o hacer algo más la atraje a mi pecho y la rodeé con mis brazos.
- Tienes una manía fea de desaparecer por varios meses.
Sus brazos rodearon mi torso en respuesta. Emily Behr podía negarlo todas las veces que quisiera, pero era una persona de abrazos.
- No tengo pensado volver a desaparecer, no por un tiempo al menos.
- ¿Qué querías decirme? - a regañadientes permití que se alejara lo suficiente. Mirándola de cerca y a pesar de llevar esa tonta chamarra enorme lo noté. Conocía su cuerpo mejor que ella misma - Estás embarazada.
- Lo estoy - afirmo.
Caminó unos pasos hasta apoyar su cadera sobre una de mis mesas de trabajo.
- ¿Y hablaste con Victoria? - asintió.
- Lo hice - susurro desviando la mirada a una de las tantas fotografías que adornaban mis paredes.
No aguante más. Reduje la distancia que nos separaba hasta estar a centímetros de ella. No le quedó más que levantar el rostro y enfrentarme.
- ¿Eso quiere decir lo que pienso que es? Porque si es así, no hay manera de que permita que vuelvas a dejarme.
- No es tan simple.
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Encadenado a Ella© (Serie Encadenados : LIBRO I)
RomanceHay ocasiones en el que el primer amor no suele ser el amor de nuestra vida, ocasiones en las que necesitamos algo que nos motive a vivir, que nos haga sentir realmente con vida... quizás alguien nuevo. Octavio Frazer es un hombre apuesto, maduro...