Abrumado y desconcertado por su llamada en la dirección, Naruto llegó al lugar señalado. Primero golpeó un par de veces y aguardó por la imponente presencia femenina que no demoró ni un minuto en abrir la puerta para cederle el paso. Naruto entró con pasos vacilantes, mordiendose la lengua para sofocar las decenas de preguntas que tenía en mente. Y es que había tantas razones por las cuales podía ser reprendido y cuestionado que, quería adelantarse por lo menos un poco para cerciorarse del rumbo que tomarían las cosas.
Tomó asiento en la suave silla acolchada frente al escritorio de caoba y respiró profundamente, nublandose sus sentidos de manera irremediable al distinguir el aroma a sake que provenía junto a las decenas de carpetas perfectamente apiladas. Bien podrían llamarle la atención por llegar tarde las últimas semanas, o tal vez se habían enterado de su beso con Sasuke. También estaba el asunto del ensayo de Ebisu que todavía no comenzaba, incluso podría deberse a su ausencia en la penúltima clase de gimnasia..
-Naruto.
Tragó pesado al verla sentarse delante de él, con las manos entrelazadas y sus brillantes ojos ámbar fijos en su rostro, como si quisiera escudriñar el motivo de sus acciones pasadas o anticipar una mentira.
-Imagino que sabes por qué estas aqui- no, no lo sabía. Asi que se limitó a negar, conteniendo apenas el nerviosismo al aferrarse la tela frontal de los pantalones. -Has tomado algo que no...
-¡Traeré justificante médico, de veras!
Molesta por verse interrumpida, Tsunade contrajo las cejas, se masajeó el puente de la nariz y bebió un sorbo de su bebida antes de continuar.
-¿Justificante medico?- inquirió, seria. -Estoy hablando del objeto que tomaste sin permiso y del cual te acusaron tus compañeros.
-¿Cómo?, ¿Qué objeto?- balanceó los pies, sintiéndose más y más ansioso, más y más confundido.
-El celular- exhaló Tsunade al cabo de unos segundos, dando por sentada la desorientación del tema. -Tomaste el celular de una de tus compañeras mientras se encontraban en hora de descanso.
Naruto boqueó reiteradamente, sin poder digerir del todo la acusación.
-¡No es asi- saltó, plantando ambas manos en el escritorio, confrontando la severa mirada de la fémina. -Yo no lo hice.
-Varios de tus compañeros te vieron salir con el.
-No era yo- negó enérgicamente, experimentando una llamarada interna de cólera mezclada con miedo. -Yo estaba con Sasuke, de veras.Ni siquiera...
Repentinamente, Tsunade alzó la mano, dándole a entender que su perorata poco y nada importaba, dadas las circunstancias.
-¿Te importaría si registro tus bolsillos y el resto de tus pertenencias?
Humillación en estado puro, fue lo que sintió Naruto cuando la adulta rodeó el escritorio para hurgar en los bolsillos de su uniforme. Con la cabeza gacha, y conteniendo apenas la vergüenza que le ocasionaba tal suceso, la dejó buscar libremente. Sabía que si se oponía solo levantaría sospechas falsas.
-¿Puedo verificar tu mochila?
Sin tener más opción, Naruto asintió, y resignado, se dirigió de vuelta a su salón de clases, seguido de cerca por ella.
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Tenía el estomago revuelto, los nervios crispados. La cabeza le punzaba continuamente en un quejumbroso martilleo que prometía no cesar pronto. Finalmente todos se habían ido, "él" se había ido, y lo peor de todo es que tuvo que mentirle para que no lo esperara a la salida como habían acordado previamente.