Once

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El fin de semana fue reparador. Y la compañía de Sasuke era como un bálsamo que ayudaba a cicatrizar sus heridas, el remedio infalible para olvidar lo sucedido y añorar un día más a su lado. Y aunque en el fondo tenía miedo a enamorarse, sabía lo propenso que era a despertar ese tipo de sentimientos sin ser siquiera consciente de ello. No hasta que ya era demasiado tarde.

-Luces mucho mejor asi- murmuró Sasuke a su costado, alargando el brazo para revolver las hebras doradas en referencia a la ausencia del gorro negro que solía llevar Naruto. -Los colores oscuros no te sientan nada bien. Es como si...

"Eclipsaran tu belleza"

-Opacan tu aspecto- carraspeó contra su puño, arrepintiéndose de semejante pensamiento cursi y nada circunstancial. Naruto, sin embargo, sonrió, lo hizo de manera tenue y sin dejar de aferrar las correas de su nueva mochila. Otro regalo más del Uchiha.

-Mi color favorito es el naranja- reconoció, absteniendose de mencionar razones. -¿Cuál es el tuyo?- inquirió mientras pateaba una lata.

-El negro- respondió Sasuke sin apenas meditarlo. -Me hace sentir cómodo, seguro. Suelo albergar pensamientos negativos, pero dudo que eso influya en mis gustos personales.

Naruto asintió, conforme. Pasos más adelante los dos se detuvieron frente al cancel, vacilando por unos instantes. Por primera vez en semanas, se presentaban no solo a tiempo, sino puntuales. Aún faltaban diez minutos para que sonara el timbre de entrada.

Dentro, todo parecía normal. Quieto, silente. Había escaso movimiento en los jardines y los patios estaban todavía desiertos.

-¿Entramos?- dudó el Uchiha al notar la contradicción en el semblante del rubio. Parecía indeciso en cuanto a dar otro paso. En el fondo, Naruto quería retroceder diez y salir corriendo en la dirección opuesta, pero estaba plenamente consciente de lo inmaduro y cobarde que sería ceder a sus impulsos.

"Cobarde"

No.

"Mentiroso"

Con la mirada extraviada, Naruto no alertó en qué momento Sasuke lo atraía del brazo hacia su cuerpo, forzándolo a dar el paso faltante, aquel que lo separaba del exterior.

Sus labios se encontraron sin reparo alguno, sin objeciones ni reclamos. Tan solo una caricia incitante que fue aumentando la temperatura de ambos cuerpos.

En algun recóndito sitio de su hemisferio cerebral, Sasuke alertó que podrían ser vistos por algún profesor, asi que se obligó a apartarse lo suficiente para quitarse la sudadera. Naruto observó todo en vergonzoso silencio hasta que el Uchiha lo guió a espaldas de uno de los edificios de tercer ingreso. Deslizó la prenda sobre sus cabezas, y retomó el beso con mayor libertad que antes, delineando con su lengua el punto intermedio de los labios para posteriormente mancillar la boca ajena.

Y Naruto tembló de gozo, sus piernas amenazaban con doblegarse en cualquier momento, no obstante, se sostuvo, buscando un punto de apoyo al abrazarse del cuello de Sasuke. El cosquilleo en su vientre se repitió al sentir la lengua del Uchiha introducirse cada vez más, restregandose sobre la suya cada tanto.

Joder. Era...maravilloso.

Entonces Naruto reaccionó. Abrió los ojos y empujó a Sasuke del pecho. Su rostro ardía en verguenza pero supo controlarse al mirar el piso.

-No creo que debamos besarnos en público- lo que en realidad quiso decir era: es peligroso exponernos de esta manera. Sobre todo para Sasuke que estaba proximo a finalizar el semestre.

Bullying.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora