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Caspian

Dicen que los cuentos de hadas están sobrevalorados.

Tal vez si no hubiera sido por el profesor y la niñera creería eso.

Leer y escuchar las leyendas e historias del pueblo narniano era lo mas interesante, todo de su mundo me llamaba la atención.

Tenia de alguna manera un gran aprecio por los narnianos.

Las principales historias que me gustaba leer antes de dormir era cuando los hijos de Adán y las hijas de Eva llegaron a Narnia.

Sabia que detrás de los pocos escritos de ellos había algo mas, algo que me gustaría descubrir, pero aun no sabia que.

— ¿Príncipe?

Cuestiono Cornelius mientras me miraba perdido en las imágenes de los Reyes narnianos, hace un año me lo había mostrado por primera vez.

— Disculpa profesor, solo que no puedo evitarlo.

Sentí mis mejillas arder al recordar lo que paso la primera vez que ví esa imagen, mi atención fue hacia alguien en especial.

— Algún día los podrás conocer, solo recuerde, no todos somos tan de mente abierta, ya ve a su tío, él reaccionó mal cuando le dijo sus preferencias, en cambio el pueblo lo apoyo e incluso algunos lo cortejaron.

Reí por eso, esos fueron unos días difíciles ya que mi tío solía humillarme.

— Es hora de dormir Príncipe.

Me dijo luego de unos minutos.

Me quito con delicadeza el libro y lo guardó.

Ir a dormir después de un día largo de estudio era lo único que podía relagarme.

Hace algunas horas mi tío anuncio que mi tía se encontraba dando a luz.

Estaba profundamente dormido cuando escuche movimiento, al principio no le tome importancia hasta que sentí una mano en mi rostro.

Abrí los ojos lentamente, pude ver al profesor que me hacia señales de que lo siguiera en silencio.

— Otros 5 minutos.

Le pedí pero el negó.

— No hay tiempo.

Me levante desconcertado y lo comencé a seguir.

— ¿Que ocurre profesor?

Cornelius me miro de reojo mientras caminaba.

— Su tía acaba de dar a luz a un varón.

Hay comprendí de que se trataba.

Nos metimos al que parecía ser mi armario.

Pude ver como unos soldados entraron a mis aposentos y comenzaron a disparar flechas a la cama, me hubieran matado si el profesor no me sacaba de ahí.

— ¡Escapo!

Grito uno de los hombres al darse cuenta que ahí no había nadie.

Cuando los soldados salieron, el profesor me guió a una puerta secreta que estaba ahí mismo en el armario.

Los pasadizos secretos nos llevaron a las caballerizas.

— Ten, me tomo mucho tiempo encontrarlo, usarlo si necesitas ayuda.

Me dijo el profesor mientras me entregaba algo envuelto en una piel de oso.

— El cuerno de la Reina Susan.

Murmuré al ver de que se trataba.

— Soplalo si es necesario, te ayudaran, ve al bosque, los hombres de Miraz dudaran en entrar, le temen.

Le asentí y me subí al caballo, galope a toda velocidad.

Pude escuchar el alboroto por la celebración del primogénito de mi tío.

Cuando llegue al bosque me sorprendí de que los soldados aun me seguían.

Creo que le temen mas al tío Miraz que al bosque.

Cuando acorde una rama se me cruzo en el camino logrando que cayera a la tierra.

Pude ver a dos Enanos salir de algo parecido a una cabaña.

— Yo me encargo de los soldados, tu de él.

No lo pensé dos veces y sople el cuerno que había caído a mi lado.

Los arboles se movieron un poco por el viento inesperado y luego sentí un dolor de cabeza antes de caer a la tierra inconsciente.

Desperté en lo que parecía ser una cama.

El lugar se veía agradable y a la vez misterioso.

— Dijiste que lo matarías.

Escuche que dijo una voz profunda.

— Dije que me encargaría de él, además le vende la cabeza, seria como matar a un invitado.

Tome la decisión de salir corriendo pero el Enano se vio rápido a pesar de estar algo gordo.

— Ve lo que me hiciste hacer.

Escuche que dijo el tejón.

— Perdona.

Le dije al tejón que parecía molesto.

— Te dije que causaría problemas.

Dijo el Enano.

— Ya basta Nikabrik.

Dijo el tejón.

— Buscatrufas es un telmarino, capturaron a TrumpKin por su culpa.

Eso en cierta forma era verdad.

Todo esto estaba pasando por mi.

En cuanto les conté mi historia el tejón me acepto pero el Enano no estaba muy convencido.

Salimos de ahí nos dispusimos a buscar a los demás narnianos que estaban por alguna parte de Narnia.

— Camina Nikabrik.

Le dijo el tejón al Enano que parecía molesto por tanto caminar.

— Ya voy.

Dijo malhumorado.


Espero les guste.

26-Feb-2021

El Hijo Menor De Adán || Casmund [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora