Sakusa no podía creer que una vez atravesada esa barrera comunicacional a la que tanto había temido, las cosas fuesen a fluir con tanta naturalidad. Atsumu y él se estaban conociendo poco a poco. Ese escandaloso presumido le estaba simpatizando más de lo que creyó lo haría ¿o tal vez el a-a-am... Aún le costaba un poco admitir una palabra tan cursi... ¿O tal vez esa enfermedad A le estaba haciendo las cosas más fáciles?
No habían parado de hablar en cada momento que tenían libre durante los entrenamientos o mejor dicho, no había parado de escuchar a Atsumu hablar, porque era bastante conversador. No le había parecido aquella vez que lo conoció, más bien lo clasificó como alguien bueno para escuchar. Era enérgico, a veces le estresaba un poco, pero no iba a perder, le demostraría que podía seguirle el ritmo.
-Eh, así que te gustan las umeboshi. A mí también me gustan -comentó Atsumu, bastante animado.
-¿De verdad?
-Sí. Bueno, podría comer tres o cuatro como máximo en un día.
-Débil.
Ahí estaban ambos haciéndose voleos uno al otro en el calentamiento de aquel día. Komori los veía de reojo y no podía evitar sonreír. Habían estado juntos desde la hora del desayuno. Aunque anoche no logró sacarle mucha información del asunto a su primo, era más que claro que ellos dos se estaban llevando bien.
-¡Oye! Las umeboshi tiene un sabor muy fuerte -reclamó, le tiró el balón con un poco de dificultad solo por molestarlo- ¿Acaso tú podrías comerte un plato entero?
-Sí, fácilmente -Recibió el balón como si nada.
-Eh, qué asco -rió-. Aunque si mi hermano las pone dentro de unos onigiris creo que podría comer un poco más.
-¿Tienes un hermano?
-¡Sí! Juega volleyball conmigo ¿Nunca has escuchado de los Hermanos Miya?...
-...Hum... Creo que no. Antes de vernos, evadía mucho escuchar cosas que tratasen sobre Inarizaki.
-¿Eh? ¿Por qué? -enarcó una ceja.
-No tenía el valor.
-Oh... -ladeó la cabeza un tanto confundido, hasta que apareció en sus labios esa sonrisa orgullosa- ¿Tanto te intimidábamos como equipo?
-No, para nada.
Eso le había dolido, él consideraba que su equipo era bastante amenazante e increíble como para intimidar a cualquiera.
-¿Entonces por qué tanto miedo? -le retó.
-...¿Tú no sentías miedo de encontrarte con alguien de Itachiyama?
-...¡No, para nada!... -dijo algo nervioso, levantó la voz.
-Pff... Eres un sujeto extraño, Atsumu.
-¿Ese es un halago? -Sonrió.
Kiyoomi se preguntó entonces, ¿por qué no tuvo el valor de ser él quien lo buscase? Le había dicho esa noche que era amigo de Akagi, bien pudo preguntarle por su nombre o número. Conociendo, ahora lo coqueto, sociable e insistente que era Atsumu, le parecía un poco extraño que hubiese dejado aquella noche al destino... Bueno, no podía juzgar mucho, él no tuvo el valor y no podía reclamarlo a otros. Además, en esos años, Atsumu pudo haber cambiado, así como él también lo hizo, pudo habérselo dejado todo a su parte cursi qué creían en cosas de cuentos de hadas como el amor a primera vista... O pudo haberse resignado a buscarlo, porque pensó que lo abandonó porque sentiría asco de él.
No parecía tenerle rencores por eso, toda las miradas que le dedicaba se veían llenas de cariño y admiración. Hacía que se le encogiese un poco el pecho.
ESTÁS LEYENDO
MAKE ME FEEL SICK - SakuAtsu. Haikyuu!!
FanfictionEl primer beso de Sakusa Kiyoomi resultó ser apartado en una fiesta revuelta de gente compartiendo sus bacterias, en una habitación desconocida que Dios sabría cuántos gérmenes tenía, con un chico que estaba ardiendo en fiebre y conocía de hace quin...