Sakusa Kiyoomi odiaba los hospitales..., pero ahora mismo más odiaba el hecho de sentirse impotente, de saber que no podía hacer nada más que sólo estar ahí sentado esperando por noticias.
Sí, los hospitales eran sucios y llenos de enfermedades, los evitaba porque le daba miedo enfermarse, pero ahora mismo qué le importaba perder su salud si pudo perder una de sus razones para vivir, y se sentía como un imbécil, se maldecía por haber tenido que llegar a aquella situación para darse cuenta.
Él no creía en los héroes ni en los dioses, sabía que no había salvación para sí mismo más que su propia terquedad, pero mientras seguía sentado en una espera que parecía eterna apretaba sus dedos y rogaba a todas las deidades que escucharán a alguien tan egoísta, porque Atsumu quién creía en los sueños y milagros sí merecía ser salvado.
Alzó la cabeza de inmediato cuando escuchó en medio de la tenue luz y silencioso pasillo los pasos de una enfermera acercarse a él. Tal como supuso o como deseó, se trataba de la misma a la que no paraba de molestar al preguntarle a cada rato por el estado de Atsumu, y la cual dulcemente y llena de paciencia siempre le mantenía al tanto.
-Ahora mismo se encuentra bastante bien. Su fiebre ya bajó un poco y su respiración se estabilizó -Le dijo en voz baja.
Soltó un suspiro de alivio seguido de un inaudible susurro de agradecimiento.
-Deberías de volver a casa o ir a comer algo. Aquí lo cuidaremos bien...
-La verdad preferiría quedarme aquí... -Respondió con algo de incomodidad.
-De acuerdo. Si ves a su hermano, por favor, insístetele para que deje que le tratemos esa raspadura en el brazo...
Antes de que pudiese dar la vuelta para marcharse, la voz de Kiyoomi la detuvo. Su rostro parecía estar cargado de duda, pero determinación a la vez.
-Disculpe... ¿Cree que podría... pasar a verlo?
Necesitaba hacerlo. Era una necesidad corriendo por su torrente sanguíneo y picando en cada centímetro de su piel, su corazón no estaría funcionando bien hasta que no lo viese sano y salvo siendo el mismo de siempre. La suavidad en la expresión de la enfermera la dio un poco de alivio.
Sí bien sólo fue un terrible susto, si bien aquel auto no logró golpearlo, la imagen tan fuerte que se creó en su cabeza, la sensación tan latente y real por centímetros de perderlo, el sonido de su llanto y su respiración entre cortada por el pánico y la fiebre hasta casi el desmayo, era una pesadilla que jamás querría encarar de nuevo.
Entró a la habitación a oscuras, sólo estaba el sonido del respirador y la paulatina gota del suero para caer en la vía, y él allí durmiendo ligeramente, pero podría no simplemente estar dormido y eso le causaba inmensas ganas de llorar.
Se acercó con cuidado tomando asiento junto a la camilla, observando su rostro, todos esos pequeños detalles que lo hacían ser él, más allá de lo físico.
Rozó la punta de sus dedos con suavidad y las primeras lágrimas cayeron por su rostro. Sintió que de nuevo se derrumbaba, así fuese egoísta no pudo evitar apoyar su frente ligeramente en el costado de Atsumu, porque sin importar qué con él se sentía protegido.
Escuchó un débil gruñido. Atsumu se movió ligeramente y cuando alzó el rostro se encontró con unos ojos café, acuosos y cansados.
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MAKE ME FEEL SICK - SakuAtsu. Haikyuu!!
FanficEl primer beso de Sakusa Kiyoomi resultó ser apartado en una fiesta revuelta de gente compartiendo sus bacterias, en una habitación desconocida que Dios sabría cuántos gérmenes tenía, con un chico que estaba ardiendo en fiebre y conocía de hace quin...