How To Be A HeartBreaker.

Capítulo 19

La canción es perfecta, en serio.

Destiny se encontraba sentada en el asiento de copiloto del auto. Su vista estaba al frente, sin mirar nada en especial, tratando de ordenar su cabeza para así separar la manera en la que se sentía de la manera en la que se debería de sentir para actuar con precisión y confianza.

Por supuesto que era mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero estaba haciendo su mayor esfuerzo para dejar atrás todos los pensamientos que la retenían. Hizo aquel ejercicio de concentración que su abuela le había enseñado y cuando volvió a abrir sus ojos, se sentía más relajada.

Ponía las manos al fuego al asegurar que Katrine Stevenson era la mujer más elegante y asombrosa del planeta. La mujer hablaba y se movía con tal gracilidad que era envidiable incluso para las muchachas de la edad de Destiny, a las cuales casi les triplicaba la edad. Destiny había necesitado a una persona que fuese su maestra en muchos ámbitos de los cuales ella era una ignorante, alguien que estimulara todas aquellas habilidades escondidas que la naturaleza le había dado. Claro que un mes no era mucho tiempo, pero, según su abuela y el resto de su familia, Destiny había hecho un increíble trabajo. Y tal vez ellos tenía razón porque ni siquiera ella reconocía la chica que era antes cuando se veía en el espejo y se comparaba con las fotos, costaba pensar que había sido ella en algún momento. No en el mal sentido, por supuesto, simplemente le parecía extraño el cambio que alguien podía realizar en tan poco tiempo.

Aunque, claro, nada de eso hubiese sido posible sin sus amigas. Ellas fueron las que la ayudaron los meses anteriores a mejorar su estilo, la forma en la que se comportaba y algunos aspectos físicos. Además, eran unas increíbles chicas, había conectado muy bien con ellas desde el inicio y ahora podía decir que su amistad era una de las cosas más genuinas que tenía.

– ¿Por qué tan callada? ––preguntó su hermano acomodando el espejo retrovisor.

La chica volteó su mirada a él. Se veía bastante bien con ese chaleco de vestir guinda y la camisa blanca que tenía por debajo. La corbata y el saco azul le daban un toque más formal a su vestimenta. Ella personalmente había escogido su ropa.

– ¿Nerviosa? ––insistió él.

– Para nada ––replicó–– De hecho, es todo lo contrario.

– Está bien, no deberías estarlo ––volteó a mirarla por unos segundos antes de volver su vista al frente de nuevo––. Odio decirte esto, pero te ves increíble.

Destiny rió. –– Gracias. Tú también te ves increíble. Me imagino de quién habrá sido la grandiosa idea de combinar así los colores.

– La modestia es algo admirable, ¿no lo crees?

Elevó su mentón. –– No tanto como amarte a ti mismo ––respondió tirándole un beso y finalmente riendo.

– ¿Emocionada por ver a Liam?

Destiny volteó a verlo, sorprendida por lo directo que había sido él para formular su pregunta. No es que no se la esperara, pero aún era muy temprano para ese tipo de preguntas.

– Eso creo ––respondió con un encogimiento de hombros.

No quería mostrar tanto entusiasmo, aunque la verdad era que, si de algo estaba nerviosa, era por ver a Liam. Había pasado las vacaciones a 986.8 km de él, en la ciudad donde residía su abuela, y mentiría si dijera que no había extrañado su presencia. Liam había ocupado un lugar grande en su vida. Casi todos los días del ciclo anterior se habían visto y compartido buenos momentos juntos. Y por qué no negarlo, también habían salido un par de veces. Nada muy serio pero lo suficientemente importante para ellos. Se podía decir que se encontraban en un punto a la mitad entre la amistad y lo que realmente quería tener.