Eran apenas las diez de la mañana y se podía sentir la brisa matutina de la universidad. Le alegraba el hecho de que contara con tantas áreas verdes. Le daba algo de vida y la brisa era espectacular.
— Buenos días, Destiny. —Saludó Zack con un asentimiento de cabeza. Cargaba unos libros fuertemente apretados contra su pecho y una sonrisa tímida colgando de su rostro. — ¿Crees que puedas prestarme los apuntes de hoy de Cálculo? Verás, tuve cierto... inconveniente y... yo...
Se preguntó si los balbuceos del chico se debían a ella o por otra cosa. De cualquier forma para nadie era un secreto de Zack Torres era el punto de cada bravucón de la universidad. Y sí, habían unos cuántos.
Es por eso que la joven le sonrió y asintió encantada de ayudarle en lo que podía. Sacó de su bolso su pequeña carpeta de tapa rosa donde solía dejar sus apuntes y cuando los encontró, se los dio.
— ¡Que tengas un lindo día Destiny! —Exclamó emocionado mientras hacia su camino lejos de ella
Empezar un nuevo ciclo en la universidad siempre representaba una nueva etapa. La ropa que usarás, los cursos que llevarás, las personas a las que veras, los nuevos retos que deberás afrontar. Y Destiny estaba segura de que ese ciclo no sería la diferencia.
Desde el momento en el que había pisado por primera vez aquel lugar lo supo: La universidad era bastante... rara o al menos era mas complicada que cualquier otra cosa que haya experimentado antes. Era un lugar más grande que la secundaria y por lo tanto habían más personas. Era complicado no perderse entre el gran grupo de gente que caminaba por los mismos pasillos que ella o que incluso iban a la misma clase con ella.
Caminar por el campus de la universidad siempre le daba una mejor visión de lo que eran los grupos que se habían empezado a formar. No necesariamente con etiquetas como "los cerebritos" o "los jugadores de fútbol", sino también existían esos grupos de tres o incluso de diez personas que no necesitaban una etiqueta para juntarse y simplemente ser amigos.
Y esa era la palabra que le traía muchas interrogantes a la joven. Amigos. No es que no los tuviera pero entre ese gran grupo de gente que conformaba la universidad ¿Cómo podías saber quiénes eran exactamente tus verdaderos amigos, las personas con las que realmente tienes afinidad, si podías pasar todos los años de tu vida allí y nunca terminarías de conocer exactamente a cada uno?
Y entonces allí solía venir el problema; allí es cuando la universidad se divide en dos: el grupo de personas que tienen un auto de ultimo modelo, que tiene ropa de diseñador, un gran casa con gigantes fiestas cada fin de semana; y el grupo que no. Los chicos que llaman la atención de todos y los que se la dan. Sonaba superficial y tonto pero la universidad y desgraciadamente esa era la cruda verdad.
Destiny se levantó de la fuente que se encontraba en las afueras del primer edificio de la universidad y se echó a caminar hacia ésta con sus oídos tapados por sus audífonos. Escuchaba una canción pegajosa que hacía que la acera se convirtiera en una especie de pasarela de Victoria Secret y ella en la cantante invitada que tenía que deslumbrar a todos. Y para entrar en papel, tenía que hacerlo de todas las maneras posibles por lo que empezó a hacer pequeños pasos mientras cantaba con sentimiento. No era la mejor cantante pero al menos lo hacía del corazón.
《I took a pill in Ibiza to show Avicii I was cool 》
Se sintió avergonzada al ver a algunos chicos taparse los oídos y algunos otros menos discretos alejarse de ella al escucharla.
Al entrar a la universidad decidió que lo más prudente era calmarse un poco y bajarle a la música. Aun con una canción de fondo empezó a caminar hacia el gran edificio y luego hacia su casillero.
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How To Be A HeartBreaker.
Teen Fiction-¿Entonces qué? ¿Qué es lo que pretendes aparentar? Esta no eres tú. Tú no eres una rompecorazones, Destiny. -Tal vez. Pero definitivamente no soy la chica ingenua y débil a la cual le rompiste el corazón. Fecha de Inicio: 23/09/2014 OBRA HE...