How To Be A HeartBreaker.

Capítulo 21

— No puedes seguir haciendo esto.

Destiny tomó una silla que se encontraba cerca y la colocó justo delante de ella. Le dio una mirada antes de darse la vuelta para ir a buscar lo que necesitaba.

Nick se quedó en silencio. Llevaba de esa manera desde que lo ella lo había ayudado a levantarse y lo había obligado a acompañarla a su casa. Él no había puesto mucha resistencia, pero se notaba por su expresión corporal que no le hacía mucha ilusión estar ahí.

Destiny volvió con el pequeño botiquín que guardaban en la sala de su casa y se sentó delante de él. Nick ni se molestó en observarla, parecía demasiado ocupado ignorando su existencia. Ella suspiró y abrió el botiquín para dar con el agua oxigenada. Necesitaba, antes de todo, desinfectar las heridas que el chico tenía distribuidas por todo el rostro.

Mojó el algodón y lo colocó sobre la primera herida que vio, la que tenía en el pómulo, era la más grande y parecía que era la peor de todas. El chico no emitió ningún sonido. El silencio empezaba a volverse incómodo a medida que le daba atención al resto de cortes.

— ¿Me escuchaste?

Nick apretó su mandíbula. — Sí.

Destiny admitió estar sorprendida. Era la primera palabra que le había podido sacar.

— ¿Entonces? —insistió ella. Necesitaba una verdadera respuesta por parte de él.

— Lo hice para protegerte.

Ella detuvo su mano sobre la herida que tenía en la ceja y frunció su ceño.

— ¿Cuándo te agarraste a golpes con Liam también fue para protegerme? —arqueó una ceja, inquisitiva.

Tragó con fuerza. — Eso creí.

— Pues no fue así.

Destiny regresó a su tarea tratando de ignorar la dura mirada que le dio el castaño. Realmente no le apetecía pasar el límite que se marcó en su mente cuando iba de regreso a casa acompañada de él. Solo iba a ayudarlo. Nada más. Eso era todo.

— ¿Por qué lo besaste?

Hablaba con una inquietante tranquilidad, pero sus ojos reflejaban cierta fiereza que le hizo apartar la mirada.

— Porque quise. —mintió agregándole un encogimiento de hombros para que se viera más creíble.

Sería lo mejor que él pensara eso a que descubriera que lo había hecho solo como un reto. Y que la razón que la había impulsado a hacer

— Aún me amabas cuando lo hiciste.

— ¿Y?

— Tú nunca besarías a alguien si amas a otro.

Solté una exhalación recordando las cosas que habían pasado en los últimos meses, las relaciones que tenía ahora con personas con las que no me imaginaba y la facilidad con la que lo había hecho. Una sonrisa cínica que instaló en sus labios mientras negaba con su cabeza.

— No lo sé, Nick, tengo la sensación de que no soy la chica que creíste conocer —admitió.

Nick fijó su mirada en ella, incrédulo. Le costaba no mirarla y convencerse en que seguía siendo la misma chica. A lo mejor la chica tenía razón, pero su mente no dejaba ir la idea que tenía de ella.

— Aun así, hay cosas que no cambian.

— Pues yo no soy la excepción —replicó con cierta dureza. No le gustaba que él siguiera insistiendo en lo mismo.