Cuando bajaron del carro y se dirigieron al establecimiento, Destiny tuvo la sensación de que no habían elegido el lugar al azar como ellas le habían dicho en el camino hacia el bar. Las chicas saludaban e intercambiaban un par de palabras con las personas que se encontraban en la puerta como si se conocieran de ya hace mucho. No pudo evitar sentir que desencajaba un poco allí. Tímida y desconocida no era una buena combinación en un lugar como ése.Las cinco chicas caminaron entre la gente tratando de llegar a la puerta y luego hasta la barra. Eran apenas las nueve de la noche y ya estaba casi abarrotado de personas con cervezas en la mano.
Pasó su mirada detenidamente por el lugar, examinándolo . Las paredes eran de un color negro que, junto con los muebles de un color rojo de cuero falso, daban una buen aspecto al lugar. Estilizado y perfecto para pasar un buen rato. No había a un bar antes así que no estaba muy segura de cómo solían lucir los bares pero hasta ese momento ése era su favorito.
Apresuró su paso al notar que las chicas se habían movido de la barra y se encontraban sentadas en unas mesas lejos de ella. Le hicieron un gesto con la mano para que se acercara y ella no lo pensó más de dos veces.
Se sentó entre Mel y Annya. Los muebles eran tan cómodos como parecían.
—Bonito lugar, ¿cierto? —Preguntó Annya mientras se quitaba su chaqueta y la ponía en el respaldo del asiento.
Asintió lentamente mirando alrededor. Las chicas sonreían satisfechas con la respuesta. No esperaban que salir con ella fuera así de sencillo.
A los minutos un joven camarero se acercó al grupo de jovencitas con una pequeña libreta en las manos y una gran sonrisa en los labios. Tenía un polo color negro y unos pantalones a juego. En el bolsillo del pecho del joven se dejaba lucir el logo del lugar junto a su nombre.
Destiny lo observó detenidamente. Su rostro le traía una extraña sensación de reconocimiento y aquella sonrisa nerviosa en sus labios delataba que efectivamente ya lo conocía. El chico apartó su mirada de ella y la centró en el resto de chicas.
— ¿Qué se les ofrece? —su voz sonaba tan bonita como la recordaba.
— ¿Qué me puedes ofrecer? —Claire se inclinó sobre la mesa dejando ver un poco del escote que traía la ropa que su amiga le había prestado.
El chico trataba de mantener la calma. —Eh... Bueno...
— Que sean cinco cócteles margarita de fresa. —intercedió Annya con una ligera sonrisa.
El chico pasó su mirada por cada una de las presentes para estar seguro de que estaban conformes con la opción de la chica. Cuando detuvo su mirada en Destiny, le dedicó una pequeña sonrisa ladeada, como si estuviera tratando de ocultarla. Sentió como una especie de electricidad recorría su cuerpo haciendo su piel crispar.
Su gesto era bastante atractivo y pudo notar como sus mejillas se sonrojaban al mirarla. No era un gesto muy notable pero para ella, habiéndolo visto antes, era algo que no podía dejar pasar. Lo recordaba como el chico que le había dado un chocolate el día después de la cena en casa de los Arango. Si ese día le había parecido simpático, ahora le parecía algo más. Atractivo. De una manera peculiar. Tenía un rostro fino y esa expresión en su rostro que pareciera que luchara consigo mismo para no sonreír o reír todo el tiempo.
Claire la pateó por debajo de la mesa, llamando su atención. Se había quedado más tiempo del debido observándolo fijamente.
Ella arqueó una ceja y sonrió pícara. —Para ella que sean dos. Los necesita urgente.

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How To Be A HeartBreaker.
Teen Fiction-¿Entonces qué? ¿Qué es lo que pretendes aparentar? Esta no eres tú. Tú no eres una rompecorazones, Destiny. -Tal vez. Pero definitivamente no soy la chica ingenua y débil a la cual le rompiste el corazón. Fecha de Inicio: 23/09/2014 OBRA HE...