How To Be A HeartBreaker.

Capítulo 16

Destiny estaba hecha una furia y tenía razones. Esto estaba sobrepasando los límites y no podía dejar que pasara. Necesitaba mantener la situación bajo control y así poder manipularla a su antojo. Lamentable los últimos incidentes le dificultaban las cosas.

– Te acostaste con Jake –repitió Melody, sorprendida. Las demás chicas seguían sorprendidas. Por supuesto, Claire no contaba.

– No lo hice –Destiny rodó sus ojos mientras tecleaba en su computadora. Estaba desesperada por arreglar su pequeño inconveniente.

Ya habían pasado un par de días después de lo de Jake y ya no le parecía una gran cosa. Había valido totalmente la pena. Y es que la verdad no se sentía tan mal como había pensado que lo haría. Tal vez todo eso se debía a que no se había permitido meditar sus decisiones más de una vez, había aprendido que no tenía sentido y que era demasiado exhaustivo como para siquiera querer intentarlo.

Tampoco es como si le causara mucho remordimiento. Una muy pequeña parte de ella pensaba que estaba siendo inmadura e impulsiva, pero había otra gran parte formada por otras pequeñas que pensaban que Nick se lo merecía, que Jake no estuvo para nada mal, que tenía sentimientos por Liam, que en realidad quería darle un poco de su propia medicina a los que se lo merecían, entre otras cosas más. Esa parte era tan entretenida que terminaba por desaparecer la otra, esa que le daban de deprimirse y echarse a llorar. Era como escoger entre un camino de emoción y diversión y un camino lleno de tristeza y devastación. La respuesta era un tanto fácil de tomar.

– ¿Entonces? –preguntó Emma, alzando sus cejas– Explícate.

– Sí, hazlo, así tengo una excusa cuando me pregunten si me acosté con alguien –Claire sonrió a su amiga antes de volver su mirada a su celular– Porque si tú no te acostaste con Jake, yo tampoco con la mitad del equipo de baloncesto, lacrosse, futbol, creo que también tenis... Y un par de ajedrez –el resto de las chicas voltearon a observar a su amiga la cual ahora miraba al cielo pensativa mientras contaba con una de sus manos–. No sé, ellos tienen cierta estrategia.

Destiny rodó sus ojos y soltó un suspiro. – No pasó nada, bueno, casi nada –se encogió de hombros– llegamos hasta tercera base, supongo.

– ¡Ah! Entonces solo lo calentaste. –Claire se acomodó en su sitio y miró a Annya haciéndole con un gesto su aprobación ante la comodidad de su cama.

– Yo diría que le di un estímulo.

– Estímulo, genial. Voy a apuntarlo –se giró nuevamente hacia Annya, interrogante– ¿Me das algo de papel y lápiz?

– Claire, para ya.

– Está bien, amargada –farfulló, fingiendo fastidio– ¿Me parece o estamos cambiando los papeles? Porque que yo recuerde Destiny era la amargada aquí –Destiny arqueó una ceja. No sabía que ella había sido considerada la amargada del grupo y no estaba segura de si se sentía muy conforme con eso– Solo digo que hay que mantener el equilibro. Alguien necesita volverse una Annya porque sino como que no fluye todo esto.

Destiny no pudo evitar sonreír. – ¿Ya terminaste o...?

– Sí, sí, claro, puedes continuar.

Sin embargo, ella no pensaba decir nada más al respecto, tenía que ocuparse primero de otros asuntos. Sus amigas podían preguntarle todo lo que quisiesen, pero ella no se molestaría en contarlo por voluntad propia. Era mucho más fácil cuando solo te preguntaban y te limitabas a responder algo concreto.

– ¿Para qué lo estimulaste?

– Necesitaba que me haga un favor.

– ¿Cuál es ese favor? –preguntó Emma, insistentemente.