Lloró.
Lloró por él, por haberlo perdido, por lo que dijo y lo que no, por la forma en la que la veía y por la forma en la que ella quería que la viese cada vez que volvía a cruzar miradas con él, porque había tenido razón en todo lo que había dicho y porque tal vez ella no podía ser el tipo de chica que él estaba esperando que ella fuese. Al menos no de nuevo.
Era extraño porque muy dentro suyo sabía que ella misma se había roto el corazón, ella lo había orillado a eso y ni siquiera tenía el derecho para poderle reclamar nada. Lo había puesto en una posición en la cual él tuvo que adoptar esa postura.
¿En qué tipo de persona se había convertido para que él tuviese que decirle todo aquello y tratarla de esa manera?
Todo ese tiempo había estado viviendo en una especie de burbuja donde todo salía como ella quería y donde todos hacían lo que ella desease sin protestar. Y como si eso no fuese lo suficientemente malo, la manera en la que había conseguido ese "respeto" empeoraba las cosas.
Le daba hasta vergüenza. Había tenido que pasar sobre muchas para lograr lo que quería y lo peor era que ni siquiera había terminado con todo eso. Teniendo en cuenta todo sabía que Liam no estaba dispuesto a perdonarla; no al menos en esta vida. No si seguía así. Lamentablemente, desde un tiempo atrás sentía que ya no tenía control sobre la manera en la que manejaba las cosas.
Pasó una mano por su rostro con frustración, pensaba en todo lo que había pasado en los últimos meses y no pudo evitar que un torrente de emociones la impactara con fuerza. Esto no hizo más que hacerla lagrimear más.
Por un lado, el rencor seguía latente y le preocupaba que tal vez se estaba instalando en ella por siempre. Ya nada parecía suficiente para saciar esas ganas de venganza y eso hacía que la chica realmente considerase las palabras de Liam. Tal vez se estaba pasando un poco y de eso eran testigos todos los que veían las jugarretas que le jugaron sus amigas y ella a la rubia en la última semana. Desde esparcir rumores embarazosos de ella hasta esconderle su ropa en la hora de gimnasia. Estaba siendo infantil, sí, pero existía ese manto rojo que la cegaba cada vez que pensaba en ella. Era muy difícil pensar con criterio teniendo tanta aversión hacia alguien.
Por el otro lado, estaba cansada. Era abrumante toda la situación de estar pendiente de que la rubia o su ex estén con la guardia baja para arremeter contra ellos además de estar constantemente pensando en ideas para verlos caer —aunque debía de admitir que las cosas habían cambiado los últimos días—. Con Liam siempre presente, todo se aligeraba y se sentía mejor. Tenía un oasis en ese desierto escaso de sentimientos y ahora se había desvanecido como un espejismo sin importarle que, sin él, era imposible seguir.
"Tuve suficiente de ti"
Las palabras resonaban y resonaban en su cerebro como si fuese una especie de eco que nunca terminaba por extinguirse. No podía sacarse la conversación de la cabeza y mucho menos a él.
No había sido lo suficientemente valiente para ir tras de él y estaba segura que no era lo suficiente valiente para dejar el orgullo de lado y luchar por él.
Lo peor era que no había mentido, estaba enamorada de él. Perdida e irracionalmente enamorada de él. Resultaba hasta irónico que se diese cuenta de ello cuando ya lo había perdido, al parecer lo del dicho era cierto y sí había que perder las cosas para valorarlas.
Resopló sentándose en el piso de la azotea sin importarle que el atuendo que traía encima era de una tela bastante delicada y que apenas lo había comprado.
Había vuelto a esa azotea por puro masoquismo. Tenía la esperanza de poderlo encontrar allí, esperando por ella, pero ya habían pasado dos semanas y él no hacía más que evitarla a toda costa; esperarlo todos los días allí ya era estúpido. Era extraño, luego de tenerlo todos los días junto a ella, que simplemente se desapareciera o se alejara de ella de tal forma que hasta se cambiase de clase o simplemente faltara a ellas solo para no verla.
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How To Be A HeartBreaker.
Teen Fiction-¿Entonces qué? ¿Qué es lo que pretendes aparentar? Esta no eres tú. Tú no eres una rompecorazones, Destiny. -Tal vez. Pero definitivamente no soy la chica ingenua y débil a la cual le rompiste el corazón. Fecha de Inicio: 23/09/2014 OBRA HE...