Capítulo 6

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P. O. V Vegetta

Estaba en la última grieta que habíamos encontrado, Luzu había salido a cazar algo para comer ya sea un endermite o un pigman, daba igual mientras comieramos algo pero ya llevaba bastante tiempo fuera y me empezaba a preocupar "Y sí lo atraparon?" "Qué tal que está herido?" "Puede que se haya perdido" "Puede estar...", me disponía a salir a buscarlo cuando entraba él en la grieta...no, no entró, lo empujaron, algo estaba mal. Estaba golpeado, tenía rasguños por todos lados, se veía todavía más demacrado, tenía una enorme herida en su frente y en su costado derecho, y lo peor... tenía una espada clavada en su abdomen, su mirada, aquella que en algún momento estaba llena de buenos deseos y alegría ante la vida había desaparecido desde ese día en el que nos traicionaron siendo reemplazada por una más cautelosa y vengativa, pero ahora transmitía miedo y tristeza. Me levanté con una espada en mi mano y me disponía a ayudarle cuando Luzu sólo movió sus labios formando una palabra sin ningún ruido "Huye" No. No lo iba a dejar así. Corrí hacía él, todavía estaba consciente así que aproveché para sentarlo un poco

- Tranquilo Luzu, te voy a ayudar sí? - escuché un jadeo tipo "mph?" - bien, tomaré eso como un sí, necesito que agarres algo, va a doler - lo ví cerrar las ojos con fuerza y sin más le quité la espada mientras tomaba mi chaleco y se lo colocaba tratando de detener la hemorragia que se hacía presente, sabía que no tenía mucho tiempo, estaba pálido y se empezaba a sentir más frío, así que sin perder tiempo le obligue a tomarse una poción de curación y le dí la última manzana dorada que teníamos, no lo iba a perder, no así. Estaba tan concentrado curando a Luzu que no me di cuenta de que 7 siluetas habían entrado a nuestro refugio hasta que escuché un sonido detrás mío.

A una velocidad desconocida para mí en esos momentos me levanté y me interpuse entre los atacantes y mi amigo, estaba dispuesto a defenderlo de aquellos monstruos, alcé la espada justo cuando la primera figura que había invadido nuestro pequeño hogar daba una estocada para acabar con su vida y fue ahí cuando pude ver la cara de mi agresor. Era Willy. No, no puede ser, no ellos, no otra vez. Giré mi cabeza para ver aquellas figuras detrás de él y con la poca lava que había en el lugar logré identificar características de esas personas; unas plumas, un casco, un mechón naranja, una bandita, una falda y una máscara. Estaban aquí. Aquellas personas que nos dieron la espalda ahora estaban frente a mí apunto de matarme a mí y a Luzu. Habían bajado a este infierno con la única misión de terminar lo que ellos empezaron. Pensar en el simple hecho de todas aquellas veces que ellos habían estado en la misma situación sólo que nosotros sí los habíamos ayudado, recordar todas las falsas risas y sonrisas, falsos te queremos o te amamos, como los escuchaba hablar mal de mí a pesar de que siempre hacía todo por ellos, reflexionar que a la primera que tuvieron oportunidad se deshicieron de nosotros, caer en la cuenta de que ellos habían destruido mi casa y todo lo que había conseguido sólo por egoísmo, matar a Vicente y mis animales, y lo peor de todo,no lo habían hecho sólo conmigo, sino también se lo habían hecho al Luzu inconsciente que ahorita mismo estaba luchando por su vida gracias a los traidores de Karmaland.

Al pensar en esto último me enojé, no pude seguir aparentando tanta tranquilidad sobre el asunto y teniendo en cuenta que podía "desquitarme" con ellos puesto que estaban frente a mí tampoco ayudó a calmarme, pero extrañamente no quería hacerlo, quería explotar y hacerles pagar por todo lo que ellos nos hicieron, y fue entonces cuando recordé la promesa que les hicimos, y ahora más que nunca estaba completamente dispuesto a pagarla.

- Hombre Vegetta, qué tal todo tío? - me preguntó Willy con voz burlona y yo simplemente no dije nada

- Jo'er, qué pasa Vegetta? Qué te hicieron? Por qué estás tan mal?- le siguió Fargan y todos se empezaron a reír de mí, yo los dejé, por qué? Fácil, me estaban haciendo enojar más y eso me daba fuerzas para tomar mi venganza

- Quítate Triple 7, primero vamos a matar a la zorra de ahí - dijo Auron refiriéndose al cuerpo que estaba protegiendo - y después podrás seguir tú

- Sobre mi cadáver - les dije entre dientesBien, cómo quieras, al final ambos morirán - contestó Alexby cansado

Sin saber el por qué, comencé a sentirme más fuerte y con mayor energía, el hecho de que quisieran matar a Luzu me hizo enojar más y antes de que pudiera tan siquiera analizar lo que estaba sucediendo empezaron a atacarme tratando de llegar al herido, yo lo empecé a defender a una velocidad impresionante, estocada, esquivada, mandoble, giro, golpe, me defendía y atacaba sin pensarlo, en un momento dado Luzu se recuperó y colocándose a mí lado empezó a combatir conmigo. No era una lucha justa, eran 7 contra dos, pero no importaba, estábamos dando lucha y me atrevía a decir que inclusive íbamos ganando. No sabía lo que estaba pasando hasta que sólo quedaba Fargan en pie, pues todos los demás estaban demasiado heridos para levantarse y fue ahí cuando me percaté de algo, Luzu estaba rodeado de un aura entre blanca, negra y gris. Se veía imponente, peligroso y para qué negarlo hermoso y poderoso, tenía una mirada que daba miedo, te podía dejar paralizado con sólo verte, ya no era el chico tranquilo y amable que algún día había conocido ahora parecía dispuesto a destripar a cualquier persona que se le cruzara enfrente, tenía una mano en la espada y la otra a un costado de él, ambas estaban cerradas con fuerza, como intentando controlar las ganas de matar a las 7 personas que estaban delante de nosotros.

Algo morado brilló en su espada reflejando y logró deslumbrarme por unas milésimas de segundo, cuando me giré a ver lo que había sido me di cuenta de que era sólo mi reflejo en su arma, al igual que Luzu estaba hecha una furia y a mí alrededor había un aura morada con blanco y negro, la diferencia entre él y yo era la mirada. La mía tenía un brillo cruel y burlón en mis ojos, a diferencia de él que era fría y calculadora.

- Luzu - le hablé llamando su atención y al girarme su mirada se suavizó hasta casi volverse como antes

- Hombre Vegetoide, te hiciste un cambio de look? - me dijo divertido mientras señalaba aquello que me rodeaba - he de decir que te queda increíble

- Tú tampoco te quedas eh - le dije

- Ya... me veo hermoso no crees?Por supuesto que sí guapo - seguí su juego como si momentos antes no hubiésemos estado a punto de morir

- Dime algo Vegetta - uhp? - Qué haremos con ellos? - volteamos a ver a los supuestos héroes de Karmaland que se retorcían en un suelo con manchas de sangre bastante preocupantes gracias a las heridas que les habíamos hecho

- Yo diría que no los matemos aún, deben sufrir - Luzu asintió estando de acuerdo con lo que dije

- Pues empecemos - dijo mientras colocaba la espada en el brazo de Auron - esto dolerá zorra - y sin más empezó a clavar la espada poco a poco sin remordimiento. Al escuchar el grito del ex de Luzu me desperté.

- Hombre Vegetta, por fin despiertas - dijo Luzu casi sobre mí - ven, anda, tenemos visitas

Cuando la paciencia lastima (Karmaland AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora