Capítulo 10

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P.O.V Luz

Estaba perdido y asombrado por partes iguales, Frank estaba aquí, desde su pelea con Willy no lo había visto y cabe decir que estaba más guapo de lo que le recordaba. Había crecido unos centímetros más llegando casi a mi altura, se había dejado crecer el cabello dándole un toque rebelde pero su sonrisa de antes que siempre iluminaba el lugar donde estaba se convirtió en una expresión completamente seria que le daba un toque de madurez... pero ese no era mi Frank, ¿Qué le habrá pasado?

Cuando atravesamos el portal llegamos a una habitación vacía a excepción de una puerta, sus paredes tenían un tapiz que simulaban un universo e inclusive pude observar una que otra constelación pero la que más me llamó la atención fue una que parecía una cazadora con un arco. Embelesado con las paredes no noté como Tártaro abría la puerta y se quedaba esperando a que espabilara.

   - Impresionante, no? No es sólo un tapiz - me dijo Frank mientras se posaba a mí lado - son las estrellas de verdad - susurró

   - ¿Estamos en el espacio? - le dije aún asombrado y sin poder creérmelo del todo

   - Algo así, es difícil de explicar - dijo mientras se rascaba la nuca - mejor ven y te lo muestro - tomó mi mano y me guío mientras no ponía resistencia.

Había un pasillo enorme que conectaba esa habitación con otras puertas que suponía eran las mismas 4 paredes de antes. Staxx me llevó todo el pasillo mientras seguía de la manos con él y un cómodo silencio se instaló entre nosotros. Lo había extrañado y bastante. Tanto Vegetta como yo habíamos abogado por él cuando se peleó con Willy, ambos sabíamos que era inocente pero nadie más nos creyó y al final perdimos el contacto con él, hasta hoy. Después de estar unos minutos caminando llegamos a lo que supuse era la puerta de su habitación y fue entonces cuando me percaté de que Tártaro ya no estaba con nosotros y se había llevado a Veg con él.

   - Tranquilo, va a estar bien - habló Frank al notar mis nervios - lo van a llevar a la enfermería para cuidar de él hasta que despierte

   - ¿Hay enfermería aquí? - dudé

   - Algo así, pero lo podrás ver en cuanto descanses, sé que ambos están destrozados pero aquí ya están a salvo, puedes dormir y en cuanto despiertes te explicaré todo, lo prometo - me convenció

   - Bien, ¿dónde dormiré? - le pregunté con un bostezo

   - Aquí - dijo mientras abría la puerta y veía el interior. Era una habitación bastante grande, tenía el mismo diseño de las paredes que había visto anteriormente, habían 2 camas en ella y cada una tenía un pequeño buró a su lado con una lámpara encima. Me di cuenta de que era su habitación porque estaba decorada con colores negros y verdes, el piso estaba formado como ajedrez y se intercambiaba entre un verde oscuro y un negro azabache.

   - Si no te gusta puedo hacerle algunos cambios - comentó en mi silencio - o si crees que es mucho te podemos dar otra habitación y decorarla a tu gusto, le puedo pedir ayuda a...

   - Me gusta - le interrumpí mientras entraba a su cuarto - este es al Frank que yo recuerdo y me gusta - le dije mientras lo volteaba a ver y le sonreía calmando sus dudas

   - Bien, entonces te dejo dormir a gusto - me devolvió la sonrisa y se fue mientras yo me acostaba en una cama y me sumía en un sueño profundo.


En mi sueño visité un poblado que jamás había visto, estaba en el desierto y estaba cubierta por una muralla con lava y cactus alrededor para proteger a los aldeanos que habitaban ahí, sin pensarlo me moví hasta quedar dentro de una casa donde ví a un chico disfrazado de... helado? Y otro de... un tomate? También había un chico con un pijama azul y estaban alrededor de una cama en la que estaba acostado otro chico con una herida bastante horrible en un costado de su abdomen, el chico que estaba herido se encontraba bastante pálido y parecía más muerto que vivo, tenía una venda llena de sangre alrededor de su torso y otra en su mano derecha. Los 3 chicos que estaban ahí se notaban destrozados pero el que peor se veía era el que parecía un helado, ese chico tenía cara de no haber dormido en días, unas pequeñas bolsas negras estaban debajo de sus ojos, estaba increíblemente delgado y pálido, sus ojos se encontraban rojos e hinchados -señal de que había estado llorando mucho tiempo- y habían pequeños surcos en sus mejillas que iban desde sus ojos -los caminos que tantas lágrimas habían hecho- me dolió verlo así a pesar de que no lo conocía de nada pero se notaba que el chico que estaba en la cama era muy querido por todos ellos. Al no poder hablar ni moverme sólo me puse preguntar ¿Quiénes eran y qué pasó para que quedaran así?

Mi segunda pregunta se respondió cuando el sueño cambió y llegué a Karmaland después de que nos hubieran echado. Volteé a ver mi alrededor y me percaté de dos cosas importantes, la primera fue que tanto mi casa como la de Vegetta estaban exactamente igual que el día en el que nos fuimos. Lo segundo que reconocí fue a los traidores luchando contra los 4 chicos que acababa de ver y me percaté de que de alguna manera estaba viendo lo que habían pasado antes de su desgracia.

No sé por qué peleaban pero me agradaba de sobremanera que aquellos "desconocidos" fueran ganando y por un momento creí que de verdad ellos ganarían la batalla, hasta que ví como en un movimiento nada honorario Willy atravesaba con su espada al chico de la cama mientras uno de los dioses que protegían al pueblo alcanzaba con un rayo la espada del desconocido -así que eso es lo que había pasado- no podían aceptar su derrota y por primera vez tanto dioses como héroes unieron fuerzas para matar a 4 personas que parecían tener menos experiencia que ellos. Al ver cómo el ojiazul perdía demasiada sangre intenté moverme y hablar pero me era completamente imposible, sentía una gran necesidad de salvarlo pero sólo podía quedarme viendo así que fue lo que me quedé haciendo; miré asombrado cómo a pesar de tener una espada clavada de lado a lado y tener una mano prácticamente quemada por el rayo él estaba luchando por mantenerse firme frente a sus oponentes. Reconocí como Willy sacaba su espada del cuerpo del chico mientras le decía algo que no alcancé a oír y entonces logré ver cómo los ojos del extraño se iluminaban de una manera sorprendente y petrificante antes de noquear al amante de verde y que una luz me cegara por completo.


   - Luzu? ¿Estás bien? - escuchar la voz de Staxx me despertó y al abrir los ojos lo encontré casi encima mío y con preocupación en sus ojos - Estabas agitado, fue una pesadilla?

   - No, tranquilo - le dije mientras me levantaba - fue sólo un sueño algo raro pero está todo bien

   - ¿Qué soñaste? - me preguntó interesado

   - Me gustaría decírtelo frente a Vegettoide también, sirve que ambos lo escuchan

   - De acuerdo, entonces te llevo con él y cuando despierte nos ponemos todos al día.

Cuando la paciencia lastima (Karmaland AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora