Capítulo 9

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P.O.V Herny

Enojado es poco para describir cómo me sentí en ese momento. El caos se desató en el momento en el que nosotros entendimos que ellos habían desterrado a Vegetta por "traicionar" al pueblo de Karmaland y habían destruido su casa dejando en claro que jamás podría regresar.

Podríamos haber muerto en ese momento pues eran 6 contra 4.

Pero ya no éramos los noobs a los que Vegetta entrenó y enseñó, habíamos mejorado y bastante a decir verdad.

La guerra comenzó cuando Jesús salió detrás mío con una espada de diamante en sus manos, y con una velocidad sorprendente le hizo un corte en la mejilla derecha para después darle con la empuñadura de su arma en la boca del estómago. Quedé asombrado por la valentía de mi niño y al instante pasó a ser miedo cuando ví que todos los demás le apuntaban con sus propias armas en lo que...Willy? recuperaba el aire.

A la misma velocidad en la que ellos tomaron sus armas yo tomé la mía y me posicioné a un lado de mí niño. Lo iba a proteger. Un segundo más tarde Lexosi y Arsilex siguieron mi ejemplo, sonreí levemente, nos apoyamos entre nosotros somos una familia.

El rencor volvió y recorrió mis venas. Sí, nosotros éramos una familia, pero Vegetta también forma parte de esta y ellos se atrevieron a meterse con él y a lastimarlo, por ello pagarían.

Cuando Willy dejó de retorcerse por el dolor se comenzó a reír; las seis personas que nos apuntaban con arcos y espadas nos vieron con burla y eso solo incrementó mi odio hacia los famosos héroes. Antes de que el supuesto líder se serenizara nos volteamos a ver cómo sólo nosotros sabemos y entonces todo quedó claro.

Íbamos a luchar, queríamos venganza y no teníamos miedo. Ya no.

- Idiotas- la voz molesta del de atuendo verde nos hizo voltear a verle - tendremos que darles una lección, aunque no servirá de mucho cuando terminemos de dárselas - de reojo viva los demás asintiendo con emoción. Esto se iba a poner feo - matenlos - declaró y todos vinieron por nosotros.

Ví en cámara lenta lo que sucedía antes de empezar a pelear. Lolito y un tipo de mechón naranja fueron en contra de Arsilex, quien a su vez se dirigía a por Alexby, pero en un abrir y cerrar de ojos Lexosi se encontraba cortándoles el paso y protegiendo a su alcalde. Por otro lado, Jesús estaba rojo de rabia e iba a paso veloz contra Willy. Antes de que mi niño cumpliese su objetivo, Fargan y el tipo de banda azul con cigarro se lanzaron en contra de Jesú'. Pero vamos Herny tío, muévete! Deja de estar empanado! Hay que ver... Escuchar la voz de Vegetta regañandome fue suficiente para correr a un lado de Jesús entrando en una pelea contra el híbrido y el otro para que él llegara al ex de Vege.

En todo momento escuché la voz de Vegetta dándome consejos y diciéndome qué hacer Derecha, cúbrete, paso adelante y estocada, detrás!

Estaba lleno de rasguños pero mis contrincantes estaban peor. Fargan tenía un corte bastante profundo en su ala derecha y el que al parecer se llamaba Mangel tenía un corte en la cabeza y su pierna derecha.

En un momento en el que los hice retroceder logré ver lo que pasaba con los demás. Lexo y Arsi estaban igual que yo, mientras que Alexby había perdido su casco, Lolito tenía un corte bastante feo en su brazo izquierdo dejándolo prácticamente inmóvil y el de mechón naranja estaba sobre una rodilla por una herida en la pierna de la cual brotaba mucha sangre. Pero sin lugar a dudas la peor parte se la estaba llevando Jesús. Tanto él como Willy se movían a una rapidez sorprendente y ambos tenían la misma cantidad de heridas. Jesú' se veía muy cansado pero no cedía terreno y sacaba la fuerza suficiente para seguir igualando a Willy.

Yo sabía que al que más le había dolido descubrir lo de Vegetta era a él, y su orgullo no lo dejaría admitirlo, pero así era. Jesús siempre se había esforzado en hacerlo sentir orgulloso a pesar de que le gustaba hacerlo enojar. Era quien probablemente más esfuerzo había puesto en cambiar la forma de "problemático e inmaduro" con la que lo había tachado Vege y al final lo había conseguido. Entre ambos habían creado un lazo tan único y raro que se notaba a leguas lo mucho que lo apreciaba mí Jesú'.

Me sorprendía saber que aún y cuando nosotros luchamos duramente él sacaba fuerzas para luchar más intensamente. Pero todo cambió cuando Willy dió un golpe certero atravesando el cuerpo de mi niño por un costado mientras que al mismo tiempo un rayo caía sobre la espada de Jesús haciendo que esté la suelte después de quemarse.

Karmaland tiene dioses había dicho Vegetta una vez.

Así que eso era, los dioses habían intervenido cuando iban perdiendo.

Todos habíamos dejado de luchar y el lugar se encontraba en un perfecto silencio, en el cual, un alcalde, un tomate y yo veíamos horrorizados como nuestro clavo estaba de rodillas con una espada clavada en su estómago e indefenso frente al líder de Karmaland. Perdía sangre a una velocidad alarmante, no emitía ningún ruido y apretaba su mano derecha la cual seguramente tenía quemaduras graves.

- Bien luchado - habló el peliblanco disfrutando de ver a su contrincante en esa posición - aunque supongo que era obvio que éste sería el resultado teniendo en cuenta quién te entrenó - sacó la espada de la herida y Jesús comenzó a temblar mientras soltaba un pequeño jadeo el cual hizo que mi corazón se detuviera al escuchar ese sonido - No te preocupes, haré su encuentro más fácil, una vez mueras igual y lo ves en el infierno así que te pido le mandes un saludo de mi parte - dijo sonriendo - Antes de morir quieres decir algo?

Antes de decir algo Jesús levantó la cabeza. Sus hermosos ojos azules estaban llenos de una determinación y frialdad que me dejó helado hasta que recordé que esos sentimientos no iban dirigidos hacia mí, Willy dejó de reír cuando lo vió y entonces pasó algo hermoso y raro.

Sus ojos comenzaron a brillar, como dos zafiros cuando los pones en la luz del sol y al mismo tiempo logró detener la hemorragia de manera abrupta y entonces habló.

- Jódete - dijo a la vez que tomaba su espada y le daba un golpe en la sien dejándolo inconsistente en el acto, se levantó y estaba apunto de acabar con la vida del de boina verde. En ese momento hubo un rayo tan potente que nos cegó a todos por unos instantes, y cuando recuperé la vista estábamos otra vez en Wakanda Oasis, pero esta vez Jesús estaba desmayado, su hemorragia había vuelto y perdía sangre cada vez más rápido sin detenerse.

Se volvía pálido cada vez más rápido y no daba señales de vida.

Cuando la paciencia lastima (Karmaland AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora