Capítulo 13

109 12 0
                                    

P.O.V Jesús

Todo estaba oscuro.

Al principio no entendía lo que pasaba, pero luego los recuerdos comenzaron a asaltar mi mente:

Habíamos llegado a Karmaland buscando a Vegetta y una vez entramos al pueblo el pánico comenzó a hacer presencia en nosotros cuando descubrimos que la casa de Veg estaba explotada, luego conocimos a los demás habitantes de Karmaland y después de su arrebato en el que deshonraban el nombre de nuestro tutor empezó la pelea más complicada que había tenido no me costó la guerra como tal pues Vegetta nos había entrenado bastante bien pero ellos eran 2 más y eran casi tan buenos como él, así que teníamos que mantener todos nuestros sentidos muy alertas por cualquier movimiento en falso que ellos pudieran llegar a tener, luego recuerdo el dolor y ver una espada en mi estómago seguido de escuchar la voz de Willy mofándose de mí, en esos momentos vi los rostros llenos de horror que tenía tanto mi helado como Arsi y Lex, poco a poco había sentido como me quedaba sin energía y entonces todo se detuvo.

En ese momento había sentido mucho miedo, pues no se escuchaba absolutamente nada y nadie se movía. Me preocupé por mis amigos, los quería ayudar, quería saber qué pasaba y quería sacarlos de ahí antes de que les hicieran algo más grave, pero antes de que pudiera hacer algo 2 figuras aparecieron frente mío, ambos eran hombres.

Uno de ellos tenía la tez morena con un bronceado perfecto y envidiable, su cabello era largo y lacio, lo tenía de un color peculiar pues era turquesa como si de un coral se tratase, su barba y sus cejas eran azules y combinaban de forma perfecta con su piel y cabello, sus ojos eran verdes y de él salían pequeñas partículas que tenían un enorme parecido a la espuma del mar. La otra figura tenía la piel perfecta, ni tan blanca ni morena y daba la impresión de ser increíblemente suave, en su frente tenía una gota de agua que para mi sorpresa se movía a la vez que lo hacía el portador de la misma, su cabello era de color azul pálido como el hielo, en sus ojos predominaba el azul celeste y al igual que la primera figura de él salían partículas, la diferencia es que el de éste parecía vapor y debajo de él había un charco de agua que lo seguía por donde pasabay desaparecía cuando abandonaba un lugar.

Sentía el poder que salía de ambos, sus caras se debatían entre mostrar enfado o preocupación pero cuando se giraron a verme me observaban con orgullo y tristeza a la vez.

   - No te puedes rendir, jóven héroe - habló el de tez morena

   - No los puedes dejar - siguió el otro

   - Debes ayudarlo a cumplir su promesa - respondió el primero mientras creaba una bola de espuma de mar que me mostró cómo estaba Vegetta en estos momentos y una oleada de alivio y desesperación llenó mi cuerpo por completo, estaba vivo aún pero se notaba pálido y más delgado de lo normal, además de estar lleno de rasguños. Quería preguntar cómo había acabado así, pero el dolor no me dejaba y ellos parecieron darse cuenta de lo que iba a decir.

   - Te necesita - pasaron muchas imágenes frente a mis ojos, estaba viendo lo que le pasó a Vegetta antes de que lo desterraran, vi como él había dado todo por esos traidores y como ellos le habían dado la espalda sin dudarlo sólo por su orgullo, luego vi como habían destruido todo lo que él había creado y cómo a pesar de todo salió corriendo en la búsqueda de aquella segunda persona a la que también habían dañado.

   - Aún no te podemos decir nuestros nombre ni quienes somos, pero debes confiar en nosotros y para eso te vamos a ayudar, sólo serán unos momentos pues tu cuerpo no soportará tanto poder sin calcinarse completamente pero debería ser suficiente para que sobrevivan y cobres una pequeña venganza contra el tipo de boina - habló el de tez blanca.

Cuando la paciencia lastima (Karmaland AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora