⌗𝗰𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟰 ❜

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Mis manos nuevamente se encontraban sudando y mi mente estaba atenta por si alguien comenzaba a hacer preguntas incómodas o algo parecido

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Mis manos nuevamente se encontraban sudando y mi mente estaba atenta por si alguien comenzaba a hacer preguntas incómodas o algo parecido. Sin embargo, hasta ahora todo estaba yendo bien. Me encontraba sentado en uno de los sillones de la sala de estar de Jeongin. Su madre era una mujer cariñosa y se veía muy joven para el señor Yang, quien por cierto se encontraba al frente mío, no precisamente viéndome, pues estaba más atento a su periódico que a cualquier otra cosa.

En el lugar sólo se podía escuchar mi respiración agitada y la hojas del periódico al ser volteadas, mas otra cosa no. Ya me iba sintiendo presionado y eso que el señor Yang no habían dicho nada al verme entrar a su casa y saludar con confianza a MinHo y con total respeto a su esposa. Él no se había pronunciado y yo ya iba temiendo de que lo único que saliera de su boca sea malas palabras.

— ¡La cena está lista! — avisó la madre de mi pequeño Jeongin.

Jeongin se levantó de inmediato, dejando a un lado su libro y extendiéndome su mano para así colocarme de pie. Tomé con mucho temor su mano y me coloqué de pie, siguiéndolo muy de cerca y tratando de alejarme de las garras de mi "suegro".

— Me alegra tanto que hayas decidido venir, Hyunjin. — la madre de Jeongin era la más sonriente y feliz de todos en la mesa. Ella iba y venía de la cocina, trayendo más platillos y alguno que otro condimento. — Hace mucho que nuestro Innie no traía amigos y mucho menos un preten...

— ¿Cuántos años tienes, jovencito? — interrumpió el señor Yang. De inmediato dejé de sonreírle a la madre de Jeongin y miré a su padre. — ¿Qué intenciones tienes con mi hijo? ¿Te estás burlando de él? ¿No crees que eres demasiado alto para él? ¿Cuánto mides? ¿No deberías estar en la universidad?

— Ya basta, papá. — Jeongin interrumpió, y no pude estar más alegre, pues estaba seguro de que su padre seguiría preguntando, hasta lograr colocarme más nervioso de lo que me encontraba.

MinHo rió, pero no se pronunció, solo siguió comiendo, como si yo no estuviera presente o como si su padre no me hubiera atacado con tantas preguntas.

— No estoy haciendo nada malo, Jeongin, solo quiero saber si tu novio es alguien correcto o sólo ésta fingiendo con nosotros para luego llevarte a la-

— ¡Papá! — gritó mi no-novio. MinHo nuevamente comenzó a reír y tuvo que tomar de su juego para fingir que ya no lo hacía, pues su padre lo miró mal. — Hyunjin vino a cenar, tú mismo lo invitaste, en ningún momento le dijiste que esto sería un interrogatorio. — me defendió.

— Innie, tu padre sólo se preocupa. No es algo de otro mundo el que pregunte lo necesario para conocer mejor a tu novio. — la señora Yang me miró y de inmediato me sentí avergonzado, pues el único que daba cara por nuestra relación era Jeongin y eso que el más interesado en lo nuestra era yo.

— E-en realidad, está bien. — susurré tratando de sonar firme, pero creo que no lo logré, pues el padre de Jeongin me miró con mucho más rencor que minutos atrás. —Tengo la misma edad de Jeongin, no busco burlarme de él, ni de su estatura, al contrario... — tomé su mano cuando lo mencioné y él no pudo evitar sonreír. — Lo quiero mucho, me atrae y entre nosotros no hay diferencias. Su tamaño no ha sido ningún impedimento en todo este tiempo que hemos estado conociéndonos, y creo que MinHo es testigo de eso. — el mencionado me miró y negó rápidamente con la cabeza.

𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍̃𝐎 ー hyunin ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora