XIV

636 30 2
                                    

Desde aquella noche de lluvia después de que Nano se había ido de España, Guzman y yo no nos hemos dirigido la palabra, mucho menos me atrevia a verle el rostro de nuevo y realmente estaba arrepentido pero no quiere quitarse la venda de los ojos.

Aún así, había descubierto que Samuel y yo estuvimos investigando el asesinato de mi hermana desde hace tiempo, desde el día que nos conocimos y ahora pensamos que con el audio que grabo Samu, podíamos ir con la inspectora para atrapar al asesino, a Polo.

Estábamos en la comisaría después de lo sucedido con Samu y Guzman, mi hermano no me lo impidió porque sabía cómo reaccionaría y estábamos sentados frente a la inspectora mientras le mostrábamos el audio grabado que tomó en la conversación con la marquesita.

Cuando la grabación se terminó, esperábamos una respuesta de la inspectora para que puedan continuar con la investigación del asesinato de mi gemela, pero su expresión parecía ser que no había buenas noticias.

—Samuel, Alice, esto no basta para cambiar el rumbo de la investigación —negó la cabeza continuamente.

—Menos que esto les bastó para meter a mi hermano en la cárcel —respondió con seriedad Samuel.

—Tu hermano daba el perfil.

—¿El perfil? —pregunte perplejada—. Un perfil donde según dice, que Nano es el asesino de mi hermana y que supuestamente donde está el trofeo con el que mató a Marina —ella negó.

—De alguien capaz de cometer un crimen así. Con antecedentes criminales, violento...

—Nano no es un asesino —interrumpí a la inspectora—. ¿Usted cree que porque Nano había estado antes en la cárcel, cree que tienen que volver a arrestarlo de nuevo, ahora que no cometió nada? ¿Cuando el verdadero asesino está disfrutando de la libertad?

—Se ha fugado —contestó la inspectora con cierta tranquilidad—. Si Nano se fugó, es porque es el asesino.

—Nano no se fugó, ha desaparecido —responde Samuel.

—Creemos qué sea fugado. En este momento está en búsqueda y captura. ¿Ves la diferencia? —Samuel se reclinó en la silla y mientras me lleve una mano hacia a mi frente en forma de derrota, ambos estábamos decepcionados y frustrados por esta mierda—. Samuel, Alice vayan a casa, estudien —la inspectora se levantó de su asiento ella abrió la puerta para permitirnos la salida—. No se metan en líos. Dejen de mirar atrás y piensen en su futuro. Alice, no mires atrás y supera la muerte de Marina.

Para la inspectora lo dice fácilmente, como si jamás había perdido una hija o una hermana. Samuel y yo salimos de la comisaría y el, se quedó totalmente pensativo mirando al suelo con cierta preocupación.

Nano no debe estar lejos de aquí y no creo que se haya fugado con la única manera de que buscamos más respuestas, lo extraño demasiado y no pude hacer nada.

—¿Ahora que es lo que nos queda? —preguntó Samuel al llegar hacia a su casa para hacer la tarea.

—Creo que lo único que nos queda —suspire cerrando los ojos, tal vez voy a estar loca por lo que diré—. Es quitarle la venda de los ojos a Guzman, la clave es insistir.

X

84 horas desaparecidos

La inspectora estaba sentado en la dirección frente a Azucena mirando al vacío, baja el rostro y toma los carteles de "Desaparecido" de Samuel y Alice.

—Usted dirá —habla Azucena rompiendo el silencio que se ambienta en su oficina y la inspectora suspira llevando una mano a la frente.

—Ayer, alguien llamó al teléfono que hemos habilitado para dar información sobre Samuel y Alice, Y tras unos 30 segundos de silencio, colgaron el teléfono.

Welcome | ÉliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora