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—¿Estás seguro de hacer esto? —preguntó Nano con voz ronca cuando estábamos en la habitación de Rebe.

—Claro Nano —dije segura sonriendo.

—¿No debéis preocuparte por tu hermano? Seguro que te está buscando —comentó con cierta preocupación llevando sus manos hacia a mi espalda y mis manos tomaba su chaqueta.

—Claro que no —negué—. Después de todo, mi hermano está con Lu y seguramente se le olvidó lo ocurrido de ayer.

—No creo que tu hermano lo haya olvidado, sabeis que cumple vuestras promesas porque quiere verme acabado.

—No dejare que eso pase, Samu y yo haremos lo posible con tal de que mi hermano se quite la venda de los ojos —subí una mano hacia a una de sus mejillas y la acaricie—. Y tu, estarás tranquilo.

Nano tomó lo mi mano y la beso, me fui acercando y bese sus labios de forma apasionadamente mientras le retiraba la chaqueta y Nano desabrochaba uno de los tirantes de mi disfraz lentamente.

Conseguí quitarle la camisa dejando ver su abdomen, cuando soltó los tirantes del parte del disfraz hizo la misma acción quitándome la blusa de colores dejando ver mi sostén de encaje color negro.

Abrace su cuello con mis brazos y Nano sujetaba fuertemente mi cintura mientras continuábamos con ese beso, de un momento a otro bajo hacia a mi cuello para besarlo y dejaba escapar algunos gemidos, las manos de Nano subían lentamente tocando mi espalda hasta llegar a tocar mi sostén.

Nano retiró los tirantes con sus dientes sin parar de besar por esa parte, la desabrochó lentamente tirándolo por una parte de la habitación de Rebe, nuestros torsos estaban desnudos por completo.

Nos volvimos a besar y lo tumbe hacia la cama quedando arriba de él, continuamos con el beso y Nano acariciaba mi espalda para abrazarme y se giró conmigo para quedar debajo de él y descendió hacia a mi cuello para besarlo de nuevo y mis gemidos se hacían cada vez más fuertes.

—Nano —gemí diciendo su nombre perdiendo el control viendo cómo tomó uno de mis pechos para besarlo y lo tomaba del cabello para no pasarse.

—Marina.

Reaccione rápidamente... no podía creerlo como me había llamado, me llamo Marina, como mi hermana, lo empujé hasta golpear su rostro y me dejó decepcionada.

Nano se había quedado sorprendido ante mi acción y me miró con los ojos cristalizados, comenzó a tartamudear.

—¡Vete de aquí! No te quiero volver a verte —le grite fuertemente.

—Alice yo —no lo deje hablar, volví a darle un golpe en su rostro.

—Vete a la mierda —le susurre con decepción mientras me cubría los pechos con mis brazos dándole la espalda.

Decepcionada, escuchaba sus pasos saliéndose de la habitación de Rebe, no pude aguantar más y rompí en llanto, no me importaba si el maquillaje se caía de mi rostro. Escuché unos pasos apresurados y sentí una presencia de mi lado mientras me volvía poner el sostén negro.

—¿Estáis bien chica? —me preguntó Rebe con cierta preocupación tomándome de los hombros cuando ya llevaba puesta la blusa del disfraz—. Vi que tu chico salió con mucha prisa y lanzó la puerta con fuerza

—Estoy dolida Rebe, aquí en el corazón —lleve una mano hacia a mi corazón.

—Tranquila Alice, ¿Que fue lo que sucedió? —aunque me dolía el alma, le conté lo qué pasó realmente y me rompió el corazón al llamarme como mi hermana Marina—. Joder. Es un hijo de puta, habla con Samu para que se enfrente.

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