Manoban Kim: La Unión | Jenlisa

CAPÍTULO 4

— Lisa... por favor, nos están viendo — le susurraba la castaña a su infantil esposa, Lisa hacia una mueca de asco cada que la castaña le acercaba el tenedor con un pedazo de broccoli

Aveces Jennie se preguntaba que fue lo que hizo Lisa para enamorarla

¿Cómo fue que llegó hasta aquí?

Ni siquiera ella lo sabía, tal vez se lamentaba un poquito

— Lalisa, por favor... — Pedía — Dale el ejemplo a tu hija — Jennie señaló la silla del frente donde Lía estaba de brazos cruzados y con una gran mueca de disgusto

Su plato de verduras estaba intacto, al igual que el de su pelinegra madre

Las vistas de las demás personas de aquel lujoso restaurante se hacían presentes en su mesa

— ¿Porqué tenemos que venir aquí a comer verduras o hierbas? — reprendía — ¿No podíamos simplemente ir a un McDonald's y comer hamburguesas?

— ¡Exacto, mamá! — intervino la infante — Mira que pagar cincuenta dolares por un broccoli con cebolla que ni nos vamos a comer es desperdiciar tiempo y dinero ¡Quiero pizza! — y volvió a cruzarse de brazos en su silla

— ¡Lía, baja la voz! — reprendió en un susurro, las miradas a sus alrededores era intensa — No siempre van a comer esa porquería de chatarra ¡Tu no intervengas! — Lisa estaba a punto de hablar — Me están haciendo quedar en ridículo, si no se detienen ahora y se siguen comportando de esa manera, les juro que esto es lo que comerán a partir de ahora y no solo en la cena ¿Oyeron? — la dura mirada que Jennie les daba en este momento les hizo temblar todo el sistema

Las menores agacharon sus cabezas aún disgustadas y no les quedó de otra más que asentir, puesto que Jennie las otras veces si había cumplido su promesa

— Limpiarán la casa por tres días, ayudarán a Roseanne a preparar la habitación de Joohwang mañana — citó limpiando su boca con una servilleta, Jennie estaba enojada y eso le quitó el apetito

— ¿Mañana? Pero Jennie — empezó Lisa — Quedé en reunirme con Yiren y Yoorim para estudiar el último exámen de la universidad

— Si, mamá — le siguió Lía en el mismo tono — Invité a una amiga a casa mañana, no nos hagas esto

— ¿Con permiso de quién? Lía Manoban — Jennie alzó su ceja en busca de una respuesta

— Yo le pedí permiso a mamá Lili — señaló a su madre quién reviraba la ensalada de un lado a otro con el tenedor

— ¿Qué? ah sí, Yeji — recordó — La conocí ayer cuando fuí a retirar a Lía a su instituto

— ¿Y apenas me lo dices? y empiecen a comer porque mi paciencia se está acabando — Las menores no les quedó de otra que probar pequeños trozos

Nadie quería que a Jennie se le acabara la paciencia

— Estuviste todo el día en la oficina y luego en el hospital con tu hermana que se me olvidó — se excusó

— No te preocupes, mamá. Yeji es buena persona, es como fué mamá Lili

— ¿Cómo Lisa?

— ¿Cwmfo ywfo? — habló con la boca llena

Jennie no tuvo más remedio que arrojarle una servilleta en la cara recibiendo un gemido de sorpresa

— Sí, ella no tiene papás pero tiene una abuela y un hermano que no sabe donde está, sus papás la abandonaron junto a su hermano —empezó ganándose la atención de sus madres — Ella y su abuela trabajaban todos los días, pero su abuela de repente enfermó y Yeji tiene que conseguir el dinero para sus medicamentos y comida, ella vende caramelos en los semáforos porque nadie le quiere dar trabajo a ella ni a su abuela — relataba metiéndose un pedazo de ensalada en la boca