Manoban Kim: La Unión | Jenlisa

CAPÍTULO 31

Final parte 1

- Mamá te envía saludos - añadió Lisa luego de haberle contado junto a sus hijos toda la divertida semana que tuvieron

Jennie, en vez de estar concentrada en el volante y la carretera, iba viendo por el espejo retrovisor las travesuras que hacían sus hijos mientras tomaba la mano de Lisa dejando caricias en el lugar

- ¿Me pueden decir donde están sus anteojos? - preguntó la castaña, rápidamente el bullicio que había en el auto se silenció

Ninguno de los tres dijo nada, Leo y Lía mantenían una carcajada ante el rostro de sus hermanos y su madre

- ¿Y bien? ¿Qué van a decir ahora?

- Emh... están... ¿En el equipaje?

- Lalisa Manoban... - regañó Jennie, pero Lisa no dió su brazo a torcer y apretó los labios - Ustedes dos, que ocurrió - le preguntó ahora a sus hijos mayores

- Están en el equipaje, mamá

- Sí, en el equipaje, como dijo mami Lisa

- ¿Ustedes aún no aprender con quién están tratando, verdad? - negó dándole una mirada de regaño a sus hijos, estos agacharon sus cabezas - Hablen ustedes dos - se dirigió a sus copias, Lía y Leo

- ¡No, no, no, no! está bien, lo diré - la tailandesa cortó a la pequeña castaña quién pretendía hablar

Jennie estaba estacionando el auto fuera de casa, cuando se disponían a salir pretendiendo que se habían salvado, ella les colocó el seguro bloqueandoles la salida

- Sigo esperando... - cruzó sus brazos

- Bien - bufó Lisa - Sabes que no nos gusta usarlos, pero no fue nuestra culpa ¡Solo estábamos jugando y se rompieron solos! - se excusó

Jennie dirigió su mirada hacia atrás para ver que tenían que decir sus hijos, pero estos estaban en otro mundo, al parecer el viaje los había agotado

- No volveré a comprarles más lentes

- Pero eso se los compré y..

- Que no volveré a comprarles más lentes dije - volvió a repetir la mayor, Lisa asintió dándole la razón - Bien, vayan adentro, los quiero bañados y cambiados para cenar antes de dormir

- Pero yo tengo sueño, mamá - añadió Lía

- Nosotros también, mamá - dijeron los trillizos a la misma vez

- Jen, yo tamb...

- Todos bañados y cambiados a la cuenta de tres, porque lo van a lamentar si no me obedecen - sentenció haciendo estremecer a los presentes - Uno... - empezó a contar

Los menores fueron tan rápidos que Jennie no vió a ninguno cuando apenas acababa de terminar la primera palabra, excepto a la tailandesa que le prohibió la salida

- ¿Porqué no puedo salir? - preguntó Lisa girandose con un asustadizo puchero

- Porque te extrañé tanto esta semana... que necesito un momento a solas contigo - respondió tomándola de las mejillas hasta pegar sus frentes

Lisa sonrió tomándola de la cintura hasta ubicarla en su regazo

- ¿Te divertiste está semana? - le preguntó escondiéndose en el cuello de la mayor, cerrando sus ojos y disfrutando del aroma que tanto había extrañado

- Salí un poco en las noches - admitió - Y no tienes que preocuparte, te amo mucho como para hacer alguna idiotez y acabar con la hermosa familia que me has dado.. - separó a Lisa de su cuello para pasarle el pulgar por sus labios