Hace dos días que su esposa y sus hijos se habían marchado a Corea, Jennie sentía esa casa solitaria solo con los llantos de su sobrino y los gemidos de su hermana
Pero lo disfrutaba, aunque también los extrañaba cuando muy tarde la llamaban para darle sus buenas noches
Hace tanto tiempo que no había dormido así de bien sin tener que levantarse en la madrugada porque uno de sus hijos no puede dormir, por si Leo necesita un abrazo a media noche, por si a Lía le asustan las tormentas. Por si tenía que llevarlos al colegio, por si Lisa tenía miedo a algún insecto que se colara por la ventana....
Aquí no terminaba la lista, pero en fin
Era su tiempo de descanso
Tampoco había tenido que levantarse temprano para trabajar, su hermana le había dado vacaciones dejando a su secretaria, Seulgi, a cargo de sus pequeñas labores
Era un martes de noche, Jennie se dirigía a una discoteca en vestido sexy y tacones dejando a la vista su flamante arma, big bang de 30 millones de dólares, colada en sus muslos
Cuánto había extrañado ser el centro de atención
Las miradas de todos ahí dentro no paraban, cada par de ojos estaba en Jennie haciéndola sentir como una reina
Pero ¡Sorpresa! Ella ya lo era
- Un vaso de vodka, rápido - le ordenó al barman con aquella voz de liderazgo, el hombre a través de la barra no demoró ni un minuto en traerselo
Jennie le sonrió y lo tomó de golpe sintiendo varias presencias detrás de ella
- Hola, nena ¿Quieres bailar? - le preguntó un hombre castaño con varios tatuajes en sus desnudos brazos
- Por supuesto que no, ella bailará conmigo ¿A que si, muñeca? - el acompañante de este lo interrumpió, un tipo musculoso y rubio como le gustaban anteriormente a Jennie
La coreana sonrió, eso le gustaba exactamente a ella
- Lo siento caballeros, necesitan ponerse de acuerdo, que les parece si demuestran quién merece una pieza de baile conmigo - les guiñó poniéndose de pie dejando al descubierto su brillante muslo y su arma
Los hombres empezaron a pelear diciendo quién la merecía mientras Jennie salía de ahí riéndose
- Creo que es no resultó bueno - una voz masculina a la lejanía llamó la atención de Jennie - Pero si quieres puedes bailar conmigo
Un hombre pelinegro como cinco años mayor que ella, estaba sentado en una mesa bebiendo solo, no dudó en acercarse
- ¿Acaso tienes algún honor para bailar conmigo, la reina? - bromeó sentándose, el hombre le extendió un shot
- Pues.... Soy el rey - el hombre le guiñó tomándola de la mano y llevándola a pista de baile, ella no se detuvo
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Manoban Kim: La Unión | Jenlisa
Fanfic"Unidas para siempre en las buenas y en las malas, una unión donde demuestra que el amor de mi vida eres tú....." - Tercera Parte -