Manoban Kim: La Unión | Jenlisa

CAPÍTULO 19

— ¿Estás bien, Lisa? — Jisoo, apoyada en la puerta de la habitación, reía ante el rostro de frustración de la menor

— Sí, solo necesito llegar.... — hablaba con dificultad parándose en las puntas de sus pies con una brocha alcanzando la parte superior de la pared

La habitación de sus hijos estaba siendo pintada por un color celeste de tono claro, Lisa se había encargado de eso, su ropa estaba hecha un desastre

Al igual que el suelo y su rostro

— ¿Sabes a que hora llegan? — preguntó terminando de pintar aquella parte — Aún no me han traído las cunas, dijeron que las traerían en la tarde

— Tzuyu los traerá apenas les den el alta, deberías descansar un poco, desde que escuchaste que llegaban hoy la has pasado todo el día metida en esta habitación — regañó la Kim mayor, Lisa hizo como que no lo escuchó

Ella solo quería terminar de preparar la habitación de sus hijos

— ¿A qué hora vendrá Sana con mi hija? — cambió el tema limpiando la brocha con un pedazo de papel

— Creo que... — las palabras de Jisoo se cortaron cuando un fuerte ruido se escuchó en la parte de abajo acompañado de la bocina de un auto

Rápidamente ambas bajaron en busca de ese sonido, Lisa tenía los puños apretados por si tiene que atacar, nadie más estaba en la casa excepto ellas

Roseanne se estaba encargando de la oficina, y como toda gobernada, tuvo que llevarse a Joohwang con ella

Alguien abrió la puerta con rudeza, Lisa elevó su puño hacia la persona

— ¡Eh! controla tus garras, fiera — dijo la mujer, Lisa respiró aliviada

— Oh, hola, creíamos que nos estaban roban...

— Sí como sea, ¡Por aquí, chicos! — interrumpió adentrándose a la sala

Jisoo y Lisa vieron como un grupo de hombres ingresaron con miles de cajas de varios tamaños

— Emh... ¿Qué es todo esto, Lauren? — preguntó Jisoo mientras más hombres llegaban con más cajas y regalos

— Meh, solo un pequeño presente para mis sobrinos — respondió como si nada — Gracias por su trabajo — le dijo a uno de ellos entregándole un cheque

— Gracias a la virgen que solo es un pequeño regalo — ironizó la Kim mayor, la tailandesa fue hasta una de las cajas grandes con curiosidad

— ¿Sabes que apenas nacieron? — dijo al ver lo que había dentro

— Obviamente, ¿Porqué? — preguntó Lauren confusa

— Porque ¿para que necesitan una bicicleta? — señaló la caja

— Eso le dije yo — una segunda voz interrumpió abrazando a la pelinegra — Pero Lauren estaba tan emocionada que casi les compra sus propias casas en varios países

— ¿Piscina? ¿En serio? — Jisoo revisó otra caja — Que suerte tienen los mocosos de Jennie, nacieron en un imperio — rió

— Gracias por los presentes, supongo — habló Lisa

— Los míos no tardan en llegar — aclaró Camila, Lisa abrió sus ojos de gran manera

— ¿L-los tuyos? — la morena asintió besando la mejilla de Lauren